Dolor por pérdida de sus hijos convierte a madres en activistas

El Día de las Madres genera sentimientos encontrados para mujeres que se sienten incompletas por la pérdida de hijas e hijos en situaciones extremas, como son la desaparición forzada o la muerte por negligencia.

Es el caso de las madres que han tenido que salir de su zona de confort y convertirse en luchadoras sociales y activistas, salir a la calle y tocar puertas en busca de apoyos que les permitan encontrar a sus desaparecidos y exigir justicia por la muerte de sus hijos.

A Guillermina Girón Quintana le cambió la vida por la desaparición de su hijo, José Cristian Piña Girón, de 21 años de edad, de quien desconoce su paradero desde agosto de 2018, cuando se le vio por última vez en la colonia Rancho Grande, en el sur de Hermosillo.

La fundadora y organizadora de las Guerreras Buscadoras de Hermosillo señaló, en entrevista con Notimex, que en medio de la angustia y desesperación por desconocer el paradero de su hijo, lo buscó en hospitales, en el penal y en centros de rehabilitación.

“Nosotros ya lo hemos buscado, fui al Semefo –Servicio Médico Forense-, a los hospitales, fui a la ´peni´, fuimos al monte, lo hemos buscado por todos lados”, externó.

Para Guillermina este será el primer Día de las Madres que pasará sin su hijo y desde su desaparición siente un dolor muy grande, “se siente todos los días no saber qué es de tu familiar, lo que le haya pasado, dónde está”.

Girón Quintana ya incursionó en la búsqueda de personas desaparecidas en fosas clandestinas encontradas en el municipio de Cajeme, en el sur del estado, donde a mediados de abril pasado las Guerreras Buscadoras de Cajeme hallaron restos de 27 personas.

Por iniciativa propia se acercó al colectivo Guerreras Buscadoras de Sonora a través de sus redes sociales, pues la movió su instinto y voluntad de madre para conocer el paradero de su hijo y ya ha reunido a 65 mujeres en Hermosillo para buscar a sus “tesoros”.

La madre de otros cuatro hijos externó que piensa en su hijo desaparecido todos los días y a toda hora, y planteó que “desaparecen a toda la familia, acaban con toda la familia”, pues todos sus integrantes sufren las consecuencias del hecho.

Calificó de increíble la situación que padece una madre por la desaparición forzada de su hija o hijo y externó que para sobrellevar la situación no ha recibido apoyo sicológico, pese a reconocer que lo requiere.

“Pienso que sí lo necesitamos porque esto que estamos viviendo es algo inimaginable, es algo que se necesita, pero muchas veces uno por andar en esto –de la búsqueda- no tenemos mucho tiempo; yo pienso que sí se necesita”, reconoció.

La Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) ofreció apoyo psicológico a las familias de las víctimas de desaparición forzada y hasta ahora nadie de las Guerreras Buscadoras de Hermosillo lo ha aprovechado.

Guillermina Girón Quintana expuso que las mujeres que se han integrado al colectivo en Hermosillo, que buscan a sus hijos, hijas, esposos, sobrinos y primos, se han dado apoyo entre ellas porque comparten sentimientos.

“Es algo que esto lo entiende apenas la persona que lo está pasando, no toda la gente lo entiende, entonces aquí nos damos ánimo unas a otras y con todo el favor de Dios, les digo, los vamos a encontrar”, externó.

Dijo sentir muchas emociones como tristeza, nostalgia y muchas “cosas” porque su vida ha cambiado completamente a raíz de la desaparición de José Cristian hace casi ocho meses, pero externó su esperanza de salir adelante.

Por otra parte, también hay madres que desde hace diez años luchan porque se haga justicia por la muerte de 49 niñas y niños en la guardería ABC en el incendio ocurrido el 5 de junio de 2009, por lo que en este tiempo se han dedicado al activismo.

Para la vocera de la agrupación Manos Unidas por Nuestros Niños, Juanita Luna Hernández, señaló a Notimex que en su caso el 10 de mayo es una celebración compartida porque tiene más descendientes, “nacieron nuevos niños y es una bendición tenerlos aquí”.

Los abrazos y el cariño que reciben de sus otros hijos, en el caso de las madres que perdieron a sus niñas y niños en el siniestro, les hace sentir que los menores que fallecieron están aquí con ellas, planteó.

“Se fueron en la edad en que se hacían las manualidades, llegaban con las manitas pintadas, hechas en la guardería; yo creo que muchas conservamos ese detalle que está enmarcado, en mi caso ahí lo tengo”, destacó.

Es inevitable dejar de llorar la pérdida de su hijo Jonathan de Jesús y recordarlo, externó, pero pese a que el dolor de su ausencia persiste, ella sigue adelante.

Reiteró que “es compartida la alegría, la manera de celebrar el Día de las Madres, es compartido en el recuerdo y en lo vivido día a día”.

Para Luna Hernández a lo largo del año existen muchas fechas difíciles para las mamás que perdieron a sus niñas y niños en el incendio de la guardería ABC subrogada por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

El cumpleaños de su hijo, el Día del Niño, el aniversario luctuoso de la tragedia, la Navidad, el Día de Madres, “son difíciles, lo único que nos queda es honrar la memoria de ellos y la mejor manera de honrarlos sería que se hiciera justicia para ellos”.

Asimismo, para los que están vivos, que son sobrevivientes a heridas internas y externas y son unos guerreros, vean que existe justicia para los 49 menores, 25 niñas y 24 niños que perdieron la vida.

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