*En los Diversos Países del Mundo Cada Elección es Única
*La Espada Autocrática, Pende Sobre el INE y sus Funcionarios
*Procesos Electorales por Venir: Tensión, la Reina de la Fiesta
*Las Propuestas Para Vulnerar a los Partidos Políticos no Cesan
*En Brasil, Bolsonaro Amenazó a los Integrantes del Sistema Electoral
Por Nidia Marín
O los protegen, los refuerzan, se modernizan y se retroalimentan o los autócratas (un sinónimo maquillado de dictadores) van a terminar asesinando en el mundo a los sistemas electorales y las estructuras partidistas que no les convengan. Porque también hay crisis mundial de los partidos políticos, de la que nuestro país no es ajeno.
El voto libre y secreto está en peligro, pero además las instituciones internacionales también viven su cruz, ya que desde su atalaya estos personajes debilitan a los organismos mundiales como son la OEA, la ONU, OMS y demás.
Son una treintena de países en el mundo con gobierno autocrático y otros más con dictaduras o “dictablandas”. En Latinoamérica están: México, Brasil, Venezuela, ¿Cuba?, Nicaragua y El Salvador fundamentalmente.
La Red de Proyectos Electorales señala:
“Una elección es una competencia por el poder legítimo que puede ser descrita como no violenta y dirimida dentro de un foro político. En este contexto, es importante reconocer que las elecciones no evitan la confrontación, sino que implican su administración y contención dentro de límites aceptados.
“En la práctica, la garantía de condiciones de seguridad durante el proceso electoral es esencial para preservar la confianza y el compromiso de los contendientes con la elección. Consecuentemente, la seguridad es tanto parte integral del objetivo de una elección como una parte inseparable del proceso electoral mismo.
“No hay modelo único de democracia o de elecciones que sea aplicable a todos los países. Cada elección es única y está determinada no sólo por las reglas electorales, sino además por los valores sociales, la política, la religión, la historia y la cultura. De la misma forma, la seguridad de una elección es única en lo que concierne a las circunstancias bajo las que se desarrolla. Lo que está en juego es diferente para cada elección –incluso si se celebra periódicamente en el mismo país- debido a las fuerzas cambiantes que definen el interés nacional y la correspondiente agenda política”.
Así es. México está cumpliendo 31 años de haber ingresado, con gran éxito, a la vida de la imparcialidad, la certeza, transparencia y legalidad para las elecciones federales. Y el autócrata y sus corifeos ya quieren matar las elecciones libres.
Ya lo sabemos, la espada autocrática, pende sobre el INE y sus funcionarios; la amenaza de llevar al cadalso a la institución que con el actual y el anterior nombre (IFE) y con el nuevo (INE) estarían cumpliendo con la democracia mexicana.
Imposible olvidar que en 1987 el Congreso de la Unión realizó una reforma Constitucional para introducir el criterio de representación proporcional en la integración de la Comisión Federal Electoral.
Tampoco pasa al olvido el surgimiento del primero en 1990 (hace 31 años) como órgano especializado en materia electoral realizadas a la Constitución. El Congreso de la Unión expidió el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE) y ordenó la creación del Instituto Federal Electoral (IFE), a fin de contar con una institución imparcial que diera certeza, transparencia y legalidad a las elecciones federales.
Mucho menos se hace a un lado que el Instituto Nacional Electoral nace después de que se llevó a cabo la reforma constitucional en materia política-electoral, publicada el 10 de febrero de aquel año, en donde se rediseñó el régimen electoral mexicano y transformó el Instituto Federal Electoral (IFE) en una autoridad de carácter nacional: el Instituto Nacional Electoral (INE), a fin de homologar los estándares con los que se organizan los procesos electorales federales y locales para garantizar altos niveles de calidad en nuestra democracia electoral.
PESE A TODO, EN EL FILO DE LA NAVAJA
La institución, hoy en el filo de la navaja, además de organizar los procesos electorales federales, se coordina con los organismos electorales locales para la organización de los comicios en las entidades federativas.
Pero está siendo vapuleada inmisericordemente desde la Presidencia de la República, sobre todo a raíz de que en el proceso electoral de junio su partido perdió un gran porcentaje de votos. Los mexicanos de todas las clases sociales le dijeron “así no”.
El asunto es que, en los procesos electorales por venir, la tensión será la reina de la fiesta, por varias razones, entre las cuales está el socavamiento procedente de Palacio Nacional, así como el crimen organizado que en México dejó de combatirse.
Advierte en lo general la Red de Proyectos Electorales:
“Las tensiones políticas que crecen durante una elección ofrecen a los grupos del crimen organizado una oportunidad atractiva –al mismo tiempo que se dificulta enormemente la habilidad de las autoridades para diferenciar entre la violencia motivada por razones políticas y la promovida criminalmente. Paradójicamente, un grupo que comete ofensas con motivos políticos puede intentar que sus acciones sean interpretadas como meramente criminales, mientras que los grupos con motivaciones criminales pueden tratar de esconder sus acciones detrás de una fachada política. O algo de mayor preocupación, los intereses políticos y criminales pueden llegar a converger sobre lo que puede resultar de un conflicto, por ejemplo, en países donde los grupos criminales organizados secuestran individuos, pueden intercambian algún rehén a cambio de una cantidad de dinero con el objetivo predefinido de que algún grupo político consiga propaganda pública”.
Simplemente ya nos ocurrió en el pasado mes de junio. Y seguramente seguirá sucediendo, sin que se mueva un dedo de parte del actual gobierno federal para impedirlo.
Y ni cómo decir que no estamos en riesgo de perder nuestra perfectible democracia, de acuerdo a la Fundación Konrad Adenauer México, Polilat, INE, USEM y CEPOS los resultados del Índice de Desarrollo Democrático de México 2020 (IDD-Mex 2020).
México ha experimentado una evolución democrática que está polarizando los niveles del desarrollo democrático, ya que mientras se duplica el número de entidades de alto desarrollo democrático, también se duplican las entidades con mínimo desarrollo. “Esta polarización, nos parece, debería llamar la atención de autoridades y gobernantes para evitar que las brechas se sigan ensanchando”.
Además… pese a los cambios, actuales y potenciales, en la agenda nacional, los problemas estructurales de pobreza, exclusión, violencia y debilidad institucional persisten sin demasiados cambios en la mayoría de los estados de México.
“El informe 2020 presenta, en el promedio nacional de 5,434 puntos, un descenso de un 4%, comparado con 5,662 puntos en el 2019, debido a que los estados de mejor puntaje en 2020 tienen un registro inferior al que habían logrado el año anterior y los estados con mínimo desarrollo registran también un promedio menor”.
Para estas instituciones, de acuerdo con sus investigaciones, sobresale notablemente que es mínimo el avance de las entidades en el IDD-Mex 2020. Son once estados contra los 21 del 2019. Además, es mayor la distancia entre quien lidera y las entidades que le siguen. “En 2020 sólo Baja California Sur supera los 9,000 puntos, mientras que en 2019 había tres entidades que superaban ese puntaje”.
Exponen que la primera Dimensión “Democracia de los Ciudadanos”, muestra una caída del orden del 4% respecto del 2019, lo que refleja el deterioro que existe en los diferentes indicadores que la integran, por ejemplo: Derechos Políticos, Libertades Civiles y Compromiso Ciudadano.
También especifican que el promedio obtenido por las entidades federativas en la segunda Dimensión, “Democracia de las Instituciones”, que mide la calidad institucional y la eficiencia política, es significativamente inferior al del 2019 (caída de 4,097 a 3,324 puntos).
“Este valor junto con el 2018 son los peores de los últimos diez años. Comparado con el IDD-Mex 2019 se registran valores peores en casi todos los indicadores, sobre todo hay una caída sustantiva en la Percepción de Corrupción”.
Plantean respecto a la tercera Dimensión “Democracia Social y Humana”, que evalúa la capacidad para generar políticas que aseguren bienestar, “el promedio alcanza un valor inferior al logrado el año anterior”, resaltan puntuaciones menores en los indicadores Desempleo Urbano y Eficiencia Terminal en Secundario, sin embargo, se midió un incremento en el Gasto en Educación en el IDD-Mex 2020.
“Finalmente, en la cuarta Dimensión “Democracia Económica”, la cual mide la capacidad para generar políticas que aseguren eficiencia económica, se observa una leve disminución con respecto al año anterior. Se registran valores levemente más altos en PIB per Cápita e Inversión, sin embargo, crece la Desigualdad de Ingresos”.
Y es que en 2019 habían avanzado en su índice de desarrollo 21 de las 32 entidades. En cambio, en 2020 sólo 11 estados lograron un mejor resultado en comparación con el año anterior.
Con motivo de este índice el titular del INE, Lorenzo Córdoba Vianello señaló:
“Concluyo como cada año, agradeciendo a nombre del Instituto Nacional Electoral, a la Fundación Konrad Adenauer, a Polilat, al Centro de Estudios Políticos y Sociales y a la Confederación USEM, por el compromiso y el rigor académico invertido en la realización del IDD-Mex 2020”.
Sí, hay quienes siguen luchando a pesar de las amenazas. El dirigente electoral expone:
“Las instituciones del Estado debemos aprovechar si queremos contribuir a que México sea una mejor nación para todas y para todos. Una nación más incluyente, más justa, menos desigual y, por ello, más democrática necesita sumar talentos para perfeccionar las políticas públicas y que las leyes y prioridades políticas sean más pertinentes, para que contribuyan eficazmente a elevar los niveles de desarrollo en todas las entidades. Contribuir a la convivencia democrática de una nación no significa olvidar el pasado y mucho menos utilizar las decisiones públicas para subsanar agravios añejos, sino aprender de la historia para construir un nuevo y mejor futuro para todos, para minorías y mayorías, para mujeres y hombres sin discriminación alguna”.
¿Y LOS PARTIDOS POLÍTICOS PAPI?
Lo dicho no es todo, porque aunada a tal situación está la crisis de los partidos políticos, en el mundo, incluida América Latina. Hoy están siendo desplazados por las organizaciones sociales -dicen-, además de que la pandemia los ha afectado en cuanto a fallecimiento de militantes experimentados, nuevas políticas e ingresos a dichas instituciones.
Además… antes de morir en un oscuro accidente, el político del PRD, Leonel Luna, había escrito en Excelsior:
“A partir de 1977, las distintas reformas en materia electoral tenían la tendencia a fortalecer la representación de los partidos políticos. En las elecciones de 2003, 2006, 2009, 2012 y 2015 confirmaron el nuevo escenario político: el PRI perdió el control mayoritario de la Cámara de Diputados y aparecieron gobiernos de oposición.
“Posteriormente, la reforma de 2012 introdujo la figura de los candidatos independientes, como una válvula de escape que representaría una alternativa al sistema de partidos. Aunque la figura ha tenido apenas un incipiente desarrollo en nuestro sistema electoral, es relevante observar cómo ha constituido una vía alterna para lograr el acceso de ciudadanos a congresos locales, ayuntamientos, la Cámara de Diputados del Congreso Federal y hasta la Gubernatura de un estado de la importancia de Nuevo León. Algunas de las propuestas que se plantean en la arena política y el debate de la opinión pública tienen que ver con la posibilidad de disminuir los recursos públicos que se asignan a los partidos, así como reducir o eliminar la representación proporcional como principio de acceso a los cargos de elección popular. En ambos casos, lo que se observa es la posibilidad de un rediseño del sistema, que nos lleve a debilitar la función representativa de los partidos políticos dentro del sistema electoral mexicano.
“Ambas propuestas tienen la tendencia a afectar la representación de las minorías políticas, afectando así la pluralidad ideológica en la representación de las y los ciudadanos que deciden respaldar con su voto a una opción política que no alcanza a obtener amplios caudales de votación.
“Disminuir recursos públicos a los partidos y eliminar la representación proporcional son medidas que forman parte de un diseño que beneficia a los partidos mayoritarios y que pudiera afectar la representación para otras opciones políticas.
“Por ello, deben analizarse y reflexionarse muy detenidamente los efectos de este tipo de propuestas, a fin de no debilitar el sistema de partidos e impedir que, entre verdaderamente en situación de crisis, que trastoque la democracia en el país, el derecho que tiene el ciudadano a elegir la opción que más le parezca. Ese derecho no debe trastocarse porque está en juego la democracia”.
AVANZA EN EL MUNDO EL AUTORITARISMO
Eso es en México, pero mientras, de acuerdo al índice de Democracia 2021, de The Economist, más de un tercio de la población mundial estaría gobernada por regímenes autoritarios. Y, lamentablemente, hay muchos más que trabajan para incrementar la cifra de 57 naciones con gobierno autoritario. (Aseguran que en Latinoamérica sólo hay tres países con democracia total: Costa Rica, Chile y Uruguay).
Mientras tanto, específicamente en Brasil, el mandatario Jair Bolsonaro (autócrata de polendas) también amenazó a su sistema electoral ante el temor de perder en la reelección en las elecciones presidenciales del próximo año.
Ha condenado el sistema de votación electrónico y se ha lanzado contra el magistrado titular del Tribunal Superior Electoral, Luis Roberto Barroso insultándolo al llamarlo “hijo de P” y “defensor de terroristas”.
El remate es que advirtió que buscará “un antídoto” ajeno a la constitución para perpetrarse.
Nada que no haya hecho “nuestro castigo de Dios” mexicano.