Por Verónica V. González y Arnoldo Piñón
El objetivo de la central burocrática, la FSTSE, de impulsar una candidatura de unidad a la presidencia del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México (SUTGCDMX), abortó el lunes 14 de junio, mismo día en que publicitó la convocatoria para el consejo extraordinario de delegados, primer paso que deberá concluir con la elección de dirigentes.
En una reunión con Hugo Alonso, el presidente de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado, Joel Ayala Almeida, le planteó que se sumara a esa candidatura. La respuesta fue que, si la elección era abierta, él se inscribiría para participar.
Según esto, el candidato de unidad que pretendería impulsar la FSTSE, sería César Piña, secretario general de la sección 4 “Contraloría”, quien en el congreso de julio de 2019 impulsó la demanda que se le diera validez a una irregular toma de nota que le hubiera permitido a Juan Ayala Rivero mantenerse durante cuatro años en la presidencia del SUTGCDMX.
Durante los próximos años de gestión de Ayala Rivero al frente de ese sindicato, Piña fue su secretario de finanzas. En las dos ocasiones que aquel fue candidato del PRD a diputaron Local, este fue su suplente.
Piña encabeza 14 secciones de cuales cuatro secretarios generales impugnaron, mediante dos juicios de amparo, la convocatoria a elecciones que se realizaron el jueves 9 de enero, ganadas de manera contundente oír Alonso Ortiz.
A esos juicios se sumaron otros promovidos por Alonso Ortiz y 10 secretarios generales seccionarles, incluidas denuncias por desacato judicial en contra del pleno de magistrados del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje (TFCyA) y la FSTSE por violaciones a la Ley de Amparo.
En la reunión que el lunes de la semana pasada sostuvieron Ayala Almeida y el secretario general de la sección 1 “Limpia y transportes” del SUTGCDMX, Alonso Ortiz planteó la necesidad que antes de convocar a un nuevo proceso electoral, se resolviera la elección del 2020.
La expectativa es que tampoco Jacinto Gaona, secretario general de la sección 2 “Operación y construcción hidráulica”, apoye una eventual candidatura de Piña, debido a que apenas en abril Ayala Rivero encabezó una manifestación en contra de su reelección, con reproches por haber abandonado a los trabajadores durante la pandemia.
La candidatura de Piña de parte de la FSTSE no es comprensible, porque independientemente que sea el dirigente más cercano a Ayala Rivero -distanciado de Ayala Almeida-, genera división en la mayoría de las secciones.
Si la FSTSE pretende una elección democrática, en la que puedan participar otros candidatos, se expone a perder frente a Alonso Ortiz, no sólo porque encabeza la sección más numerosa, sino porque además su grupo está cohesionado, además de haber trabajado con mayor organización.
Parece evidente que a Ayala Almeida le pintaron un paisaje escenario distinto al real. Antes de poner en movimiento el proceso electoral, debió haber amarrado acuerdos y analizar con detenimiento posibles consecuencias jurídicas frente a los juicios que aún no están resueltos.
Piña no es candidato que atraiga a los trabajadores. Si Hugo Alonso se registrara, le daría una paliza incluso peor que la que le propinó a Armando Bautista.
¿Qué posición mantiene el gobierno de la doctora Claudia Sheinbaum frente al proceso de elección de dirigentes del SUTGCDMX?
PARA LA AGENDA
El desaseado manejo del multimillonario fondo de la comisión nacional de auxilios que en los últimos doce años ha realizado la familia de Francisco García Culebro será, seguramente, bandera de uno de los candidatos a la presidencia del SNTISSSTE, quien seguramente para capitalizar la inconformidad, exigirá la práctica de una auditoría, con el agravante que los responsables sean denunciados penalmente por malversación de fondos de los trabajadores. Las irregularidades son tan evidentes, que en los últimos cuatro años, en los que la ha presidido Erick Arturo García Salamanca Varela -el tesorero ha sido su papá-, el fondo en lugar de crecer registró una disminución, pese a la aportación quincenal del 3 por ciento sobre el salario mínimo de unos 80 mil trabajadores y los intereses generados por las inversiones. La opacidad en el manejo de casi mil millones de pesos contrasta con el nivel de vida que la familia del patriarca tiene, en la que los excesos son la constante. El patriarca se ha dado el lujo de llamar “estúpidos” a los integrantes de la dirigencia, al acusar a algunos de ellos de pretender la presidencia de la comisión nacional de auxilios porque maneja dinero, olvidándose de su propia historia, cuando al negociar posiciones para la sección VI “Estancias de Bienestar Infantil”, invariablemente buscaba ocupar la secretaría de finanzas. Los problemas para esa familia se agudizarán si no se logra una planilla de unidad, ya que de equivocarse en el candidato que apoyarán, los riesgos de pisar la cárcel son muchos. Por lo pronto, no tienen ya el control total de la sección sindical de la que es secretario general el otro hijo, Francisco Enrique, debido a que un grupo ha capitalizado la creciente inconformidad de un cacicazgo que se extiende por más de 30 años con excesos, incluida una enorme lista de aviadores disfrazados de comisiones sindicales, incluida la hija menor, Delmy Enriqueta, esposas, compadres y hermanos…