Dignidad

Yo Campesino

*Olga Sánchez Cordero Desperdició la Oportunidad de Renunciar; Espera que la Corran

Por Miguel A. Rocha Valencia

El ex priista Omar Cervantes Rodríguez renunció a la vocería de la Secretaría de Gobernación tras la difusión de un audio en que presuntamente arma estrategia contra un proyecto del impresentable Julio Scherer. Fue la puerta que encontró el empresario-comunicador regiomontano para salirse de la 4T y de lo que tuvo oportunidad la titular Olga Sánchez Cordero para rescatar algo de la dignidad de maestra universitaria, ex ministra de la Suprema Corte, jurista y defensora de la Ley, pero la rechazó.

Cervantes Rodríguez no es ajeno al proceso electoral de Nuevo León, de cuyo gobierno fue vocero con el priista José Natividad González Parás (2003-2009) y en su renuncia precisa que lo hace por “congruencia con lo que soy”, algo de lo cual, carecen quienes están en el actual gobierno federal, incluyendo desde luego a la notaria pública, Sánchez Cordero, longeva profesora que se adhiere a un cargo que no desempeña, pero que sin embargo, le da poder, dinero e impunidad, aunque la factura a pagar sea la vergüenza profesional que otros de sus excolegas mostraron y prefirieron irse antes que ser cómplices del mayor crimen contra México y sus 126 millones de habitantes.

El presunto pleito de la secretaria con el asesor jurídico del Ganso, Julio Scherer, además es una entelequia pues para ello se necesitaría que Sánchez Cordero tuviera poder, fuera tomada en cuenta en las decisiones, pero no. Desempeña el papel de “Judas” con su traición al Poder Judicial, a sus excompañeros ministros de cuyos expedientes dio cuenta al Mesías de la 4T para poderlos chantajear, amenazar o hacerlos renunciar como en el caso de Eduardo Medina Mora.

Gracias a ella (para que la cuña apriete debe ser del mismo palo) el machuchón de Palacio Nacional supo y sabe de dónde tomar a los ministros, jueces y magistrados para intentar doblarlos y lograr que lo obedezcan como lo hace con el egresado de la Libre de Derecho, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, quien a sabiendas de la violación constitucional en la que cae, no rechaza la ampliación de periodo en la SCJN y lo que es peor, será el instrumento para justificar o legitimar  aberraciones jurídicas que se aproximan.

Ni duda cabe, el exvocero y empresario de fitness aprovecha la coyuntura para salirse como otros ya lo hicieron. De Sánchez Cordero se dejó correr la versión del pleito con Scherer por la supuesta disputa de áreas de poder que el consentido del caudillo tiene, convertido como está en el ejecutor de los chantajes y negociador de amenazas, el gatillero de Palacio.

Sabe la secretaria de Gobernación que ahí no tiene oportunidad, se somete, acepta insultos, que se le ignore al fin y al cabo eso no importa frente a todo lo que en material obtiene, lo mismo en concesiones (también en Nuevo León) que en asuntos que pasan por su despacho privado, donde el tráfico de influencias y abuso del poder son evidentes.

Este sainete deja claro que en la 4T la obediencia ciega no es gratuita, se compra o se paga con corrupción, poder, dinero, concesiones o impunidad. Los ejemplos están a la vista, se publican todos los días, incluso muchos de ellos llegan a la Función Pública donde Irma Eréndira Sandoval se encarga de “archivarlos” y desestimarlos. NO proceden, mucho menos sus yerros o los de su hermano.

Por eso, cuando hablan del odiado PRIAN-PRD, debe recordarse de dónde vienen los de la actual mafia en el poder: “El Peje”, del PRI-PRD como casi todos los actuales morenos, incluyendo a Bartlett, la misma Sánchez Cordero, los Monreal, Muñoz Ledo, Salgado, Vasconcelos, Nahle, Moctezuma, Durazo, Gómez Urrutia, González, Gómez, Ignacio Mier que incluso firmó como priista el Fobaproa, y la lista se hace más larga con la morralla.

Panistas también los hay, con la agravante de que dos son exlíderes nacionales: Manuel Espino y Germán Martínez a quienes Morena les pagó con 12 monedas de poder su afiliación. En su momento, Jesús González Schmal y Bernardo Bátiz, ambos exsecretarios generales.

Así que hablar de que el Ganso de Tepetitán acabará con el PRI-AN-PRD, es como si dijera que desaparecerá Morena ¿Dónde quedó la congruencia? Algunos ya la mostraron al más alto nivel: Javier Jiménez Espriú, Carlos Urzúa, Josefa González Blanco Ortiz Mena, Tonatiuh Guillén, Simón Levy, Clara Torres, Patricia Bugarín Gutiérrez, en tanto que Víctor Manuel Toledo y Jaime Cárdenas, merecen mención aparte pues entraron como relevos a Semarnat y al INPDPR y ni siquiera lograron sentarse, prefirieron irse antes que ser cómplices de la corrupción que ya caracteriza a la Cuarta.

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