Por Jesús Michel Narváez
A raíz del desafuero-no-desafuero (hasta ahora) del gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier Cabeza de Vaca, se han tejido innumerables hipótesis. La más socorrida, por abusiva y centralista, surge del senador Ricardo Monreal Ávila, jefe político de Morena en el Senado de la República: la desaparición de poderes.
Es difícil entender la posición del congresista toda vez que está doctorado en derecho constitucional y sabe y bien que en aquella fronteriza entidad los “poderes están trabajando con normalidad” y por tanto la ingobernabilidad es inexistente. Sin este elemento resulta poco menos que imposible desaparecerlos de un plumazo.
Monreal ha tomado el caso como si fuera personal. Extrañamente, porque es un político cuajado, moderado en lo que vale, sensible a la opinión de la gente y de los comunicadores, respetuoso de la Constitución y, además, uno de los auténticos fundadores de Morena.
En al último receso de la LXIV legislatura, Morena no tiene mayoría para convocar a un periodo extraordinario y que el Pleno del Senado discuta y asuma la desaparición de poderes en Tamaulipas. Las oposiciones, juntas e incluso un diputado de Morena, han declarado que están de acuerdo en un extraordinario siempre y cuando sea para abordar temas que beneficie a los mexicanos y de ninguna manera están dispuestos a avalar el atropello que significaría dejar sin autoridades a los tamaulipecos y que el presidente de la República proponga la terna
para el gobernador sustituto.
Aquí no cabe la posibilidad de que quien fuere, si es que se da el hecho, gobernador esté obligado a convocar a elecciones para que se cumpla el periodo de Cabeza de Vaca. Sería gobernador sustituto constitucional.
Sobre el tema platiqué con el doctor Pedro Isnardo de la Cruz Lugardo, experto constitucionalista durante el programa radiofónico Misión, Periodismo sin Regaños que se transmite por ABC-Radio en el 760 de AM, y me confió que todo este asunto tiene tintes electorales y sí, el federalismo está en riesgo cuando desde el centro se quieren tomar las riendas de una entidad cuyo mandatario no ha sido sometido a proceso.
A estas alturas de la semana aún no se sabe si la orden de aprehensión existe o solamente se ha manejado como un instrumento de presión. La Suprema Corte de Justicia de la Nación recibió una nueva controversia impulsada por el Congreso Local de Tamaulipas en contra de la Fiscalía General de la Federación para que se informe si hay o no orden de captura, qué juez la obsequió, aunque ya se filtró que se trata del maestro Iván Aarón Zeferin Hernández, con sede en el penal de alta seguridad de La Palma.
Si fuera verdad el obsequio de la orden de captura, y en el supuesto de que aún cuente con fuero el gobernador, el juez estaría violando el artículo 225 del Código Penal Federal que señala: Son delitos contra la administración de justicia, cometidos por servidores públicos los siguientes:
XIX. Abrir procedimiento penal contra un servidor público, con fuero, sin habérsele retirado éste previamente, conforme a lo dispuesto por la ley…
Y no sabemos si tiene o no fuero el mandatario. Por la resolución de la Corte y la reacción virulenta del presidente López y el Fiscal General, Alejandro Gertz Manero, se colige que aún goza de la protección.
Algo que el doctor Cruz Lugardo señaló con propiedad: el centralismo nunca ha sido bueno para el federalismo.
El asunto es, en concreto: desaparecer los poderes sin causa justificada -porque no la hay- implica un ataque feroz al federalismo y el resurgimiento del centralismo político con tufos de venganza.
E-mail: jesusmichel11@hotmail.com, Twitter: @misionpolitica, Facebook: Jesús Michel y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por ABC-Radio en el 760 de AM.
