El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, encabezó la Petición de perdón por agravios a la comunidad china en México, desde Torreón, Coahuila.
El mandatario aseguró que “nunca más” el gobierno mexicano permitirá el racismo y la xenofobia.
“Considero que este acto en el que el Estado mexicano pide perdón a los familiares de las víctimas de la represión autoritaria cometida por movimientos, organizaciones y gobiernos de nuestro país, no sólo nos obliga a asumir nuestra responsabilidad y culpa, sino también a aceptar el compromiso con el pueblo y la República Popular de China de que el Estado mexicano no permitirá nunca más el racismo, la discriminación y la xenofobia.
Nuestro país y su gobierno siempre promoverán la igualdad, la diversidad cultural, la no violencia y la fraternidad universal”, subrayó.
López Obrador aprovechó para reiterar su agradecimiento con el gobierno de China, por el apoyo que recibió México durante la pandemia del coronavirus.
“Además de agradecer su presencia en este importante acto que nos reconcilia aun más y reafirma la amistad entre nuestros pueblos, quiero aprovechar para agradecer al gobierno de su país por el oportuno e importante apoyo que nos han dado desde el inicio de la pandemia…
Quiero decir desde Torreón: nunca vamos a olvidar la fraternidad de China en los meses amargos y angustiosos de la pandemia, por el apoyo solidario que recibimos”, expresó el presidente mexicano.
Al tomar la palabra, el Embajador de China en México, Zhu Qingqiao, reconoció el sentido de responsabilidad histórica del Gobierno mexicano con la comunidad china en el país.
“La sombra de lo que pasó en Torreón ya se ha disipado y la amistad entre China y México se ha vuelto cada vez más fuerte a lo largo del tiempo”, destacó.
El Estado mexicano pidió perdón esta mañana por tres décadas de acoso, entre 1910 y 1930; por saqueos, asesinatos y expulsión sistematizada. Los chinos tuvieron que esperar 110 años para escuchar esa disculpa.
La matanza sucedió entre el 13 y el 15 de mayo de 1911 cuando grupos revolucionarios tomaron la ciudad y atacaron huertas de la comunidad china a las afueras de la ciudad y sus negocios en el centro.