Romper el Pacto

La Tiendita de los Horrores

Por Gerardo Gil

Frase, petición más que justa la que da título a esta entrega y que por supuesto se escuchará en los próximos días, sobre todo porque el 8 de marzo de cada año se celebra el Día Internacional de la Mujer en medio de una situación difícil de desigualdad y de cínica injusticia orquestada por el poder. El cine no se puede quedar ajeno a este movimiento –el feminismo- y justo a continuación algunos filmes que abordan el tema desde diferentes perspectivas:

Kramer versus Kramer (Robert Benton, 1979). A pesar de que gran parte del peso protagónico lo lleva Dustin Hofman, la acción inicia gracias a un acto de libertad y amor: Joanna (Meryl Streep) una joven madre casada con el neandertal culturizado Ted (Hoffman), decide dejar su hogar para realizarse profesionalmente. Al inicio del filme, se despide de su pequeño hijo Billy (Justin Henry, quien tuvo senda nominación al Oscar y luego hizo puchero cuando no ganó), mientras duerme. A partir de ese momento, el padre, obsesionado con su vida profesional tendrá que dividir su tiempo entre su carrera y la crianza de su hijo.

Hacia la segunda mitad del largometraje, las razones de Joanna se empiezan a ver. Ya que un día, el menos pensado, regresa por Billy. La batalla legal no se hará esperar y la que fuera una pareja en apariencia feliz, sacará tristezas y omisiones que se dieron durante la relación. El filme, está basado en la novela de Avery Corman, y para la época en la que se hizo, resultó audaz. Las razones de Joanna son incuestionables e incluso impecables. Sobre todo, al verse en pantalla al egoísta Ted.

Por cierto, ha pasado a la historia y anecdotario cinematográfico, el duro trato y manipulación que Hoffman le dio a Streep al grado de hablar mal antes de una escena de John Cazale, quién al momento de su muerte, era pareja de la actriz. Todo con el fin de lograr un buen pleito filmado.

Thelma and Louise (Ridley Scott, 1991). El filme es un ícono feminista en una época, la década de los noventa, en la que el machismo permeaba temas, usos y costumbres. Dos mujeres, ahogadas en la Norteamérica profunda, Louise (Susan Sarandon) y Thelma (Geena Davis), emprenden una aventura en carretera a bordo de un viejo automóvil. Ahí descubrirán la libertad y se reencontrarán con ellas mismas.

El largometraje es además un claro ejemplo de Road movie, el talento de Scott, mezcla una narrativa en apariencia convencional, con un tema social de fondo. Tuvo muy buen recibimiento para la época y por cierto es uno de los primeros trabajos de Brad Pitt, antes de señor de Jolie.

A la industria cinematográfica, le hace falta mucho por lograr una equidad. Se perciben cambios cosméticos, es decir hacer versiones femeninas de personajes de comics o la literatura, por ejemplo, ahí está el caso de Enola Holmes (Harry Bradbeer, 2020) con Millie Bobby Brown, en el papel de hermana pequeña de Holmes y a Henry Cavill como el pragmático detective. Al ver este telefilme de Netflix, uno se pregunta, ¿no hubiera sido mejor una adaptación de Miss Marple? Domina la corrección y no un legítimo deseo de la industria de tener equilibrio.

Elemental, querido lector.

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