Manifestantes chocan con policías en Seattle en nueva protesta

La policía de Estados Unidos utilizó granadas lacrimógenas y gases pimienta durante marchas el sábado en diferentes puntos del país, contra el racismo y en medio de una ola de ira por el despliegue de agentes federales ordenado por Donald Trump en las principales ciudades.

Las manifestaciones contra el racismo y la brutalidad policíaca, detonadas tras la muerte de un afroestadounidense desarmado en Minnesota, llegan en momentos en que el presidente de Estados Unidos se enfrenta a una dura contienda por la reelección en su país, y hace una intensa campaña basada en la idea de «ley y orden».

Los manifestantes marcharon en Austin, Texas, así como en Louisville, Kentucky, en Nueva York, en Omaha, y en Oakland y Los Ángeles, California, además de Richmond, Virginia, donde la policía antidisturbios disparó agentes químicos en una marcha de Black Lives Matter, según los medios de comunicación estadounidenses.

El sonido de pequeñas y reiteradas detonaciones se escuchó en algunas calles de Washington, y el humo se elevó desde un área donde los manifestantes habían prendido fuego a los remolques, observó un periodista de la AFP.

Los manifestantes pincharon neumáticos de los automóviles y rompieron las ventanas de trailers.

La policía antidisturbios se enfrentó a los manifestantes, algunos de ellos levantaron paraguas para evitar ser alcanzados por el gas pimienta.

El sábado por la noche la policía de Seattle dijo que 45 personas fueron arrestadas en detenciones relacionadas con las protestas, que designaron como disturbios, según la cuenta oficial de Twitter de la corporación.

La jefa de la policía Carmen Best pidió a las personas «venir en paz a la ciudad» y reprobó las manifestaciones.

«Los alborotadores no tuvieron en cuenta la seguridad de la comunidad, la seguridad de los oficiales o de los negocios y propiedades que destruyeron», según informaron los medios locales.

La último expresión de violencia se había producido después que la policía y agentes federales dispararon gases lacrimógenos y dispersaron por la fuerza a los manifestantes más al sur, en Portland, en la mañana del sábado.

La ciudad, la más grande del estado de Oregón, ha sido escenario de protestas nocturnas contra el racismo y la brutalidad policial desde hace casi dos meses.

Portland también es escenario de la muy controvertida represión de los agentes federales ordenada por Trump, que no cuenta con el apoyo de los funcionarios locales.