En el segundo aniversario del triunfo de Andrés Manuel López Obrador por la Presidencia, el país padece una crisis económica sin precedentes, provocada por la pandemia del Covid-19. El pais, según el diagnóstico gubernamental, enfrenta la crisis con un semidestruido sector salud, y en medio de confrontaciones por la política implementada para hacerle frente. También, la gestión de López Obrador se ha visto marcada por sucesos como la cancelación del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México; la estrategia contra el ‘huachicol’, opacada por la explosión en un ducto que dejó más de 120 muertos en Hidalgo; el ‘Culiacanazo’; el asilo político a Evo Morales; la militarización de las calles; o el manejo de la pandemia del COVID-19. Pero siendo honestos, hay tres grandes crisis en nuestro país a las que no se les ha podido dar solución: salud, economía y seguridad.
1. La Crisis Sanitaria. El gobierno federal hace apenas un año eliminó el Seguro Popular y dejó sin protección a millones de familias de las más vulnerables en lo que echa a andar el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI). Con la aparición del Covid-19, López Obrador aceleró la restructuración del sector salud con un aumento presupuestal de 40 mil millones de pesos, que le permitió hacer frente, con el apoyo de las fuerzas armadas, a la insuficiente infraestructura hospitalaria, a la carencia de médicos, especialistas, desabasto de equipos y medicamentos.
• Con la contingencia sanitaria también afloraron las desavenencias con gobiernos estatales de oposición, y su próxima visita al presidente Trump, en medio del proceso electoral estadunidense, sumó otras presiones, que han abarcado desde la renegociación del tratado comercial, la amenaza de aranceles y la política migratoria mexicana.
• La contingencia sanitaria por la pandemia de COVID-19 golpeó con fuerza a México como prácticamente al resto del mundo. En el país, al momento, se superó esta semana la barrera de 27,000 muertos y más de 226,000 contagiados, y la estrategia del gobierno federal ha sido duramente criticada, sobre todo en el apartado de pruebas y de recolección de datos oficiales.
2. Economía. En el terreno económico, la apuesta obradorista para poner fin al modelo neoliberal y la corrupción que se le asocia, implicó dar un viraje a la política energética con la renegociación de contratos de gasoductos y la pretensión de reorientar la política de generación de electricidad; cancelar grandes proyectos del pasado y una audaz política fiscal para recuperar adeudos multimillonarios con grandes corporativos. Los efectos económicos de la epidemia –que han rebasado a casi todos los gobiernos en el mundo– impactaron en el diálogo con las cúpulas empresariales, particularmente el Consejo Coordinador Empresarial y el Consejo Mexicano de Negocios, desde abril, por las diferencias en torno a la estrategia seguida, y ante la negativa de López Obrador de contraer deuda, otorgar estímulos fiscales y en cambio, apostar por el apoyo directo a los más pobres. Algunas cifras dan cuenta de la complejidad del momento: caída de 1.3 por ciento del Producto Interno Bruto en el primer trimestre del año –que prolongó la tendencia de 2019, cuando se redujo en 0.4 por ciento–, con diversas proyecciones que apuntan a una contracción de entre 7 y 10 por ciento en 2020; una reducción en las exportaciones de 41 por ciento; descenso en la actividad manufacturera de 31 por ciento y, como efecto directo de la pandemia, casi un millón de empleos perdidos, entre otras.
3. Seguridad. El pasado reporte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública revela que la incidencia de homicidios dolosos a escala nacional –dos mil 926 en mayo– se encuentra en los mismos términos que al inicio del actual gobierno, con una variación mínima al alza de 0.72 por ciento. El balance de seguridad del actual sexenio, cuando hablamos de violencia, por ejemplo, es simplemente terrible porque las cifras hablan de niveles muy elevados. Los datos dan respaldo de eso. En 2019 se alcanzó la cifra anual de homicidios dolosos más alta de la que se ha tenido registro en los últimos 20 años: 34,582, un promedio de 95 diarios. Y esa última estadística se rebasó el día más violento de 2020, el 7 de junio, con 117 asesinatos. Tampoco se cuenta con un diagnóstico integral, regionalizado por tipos de delito, organizaciones criminales o mercados ilegales, que permita definir estrategias diferenciadas. El ejemplo perfecto de la estrategia es el ‘Culiacanazo’, los hechos del 17 de octubre de 2019 ocurridos en Culiacán, Sinaloa, cuando fue capturado, y posteriormente liberado, Ovidio Guzmán, hijo de ‘El Chapo’ Guzmán. El operativo fallido desató varios actos de violencia en la zona, que dejaron ocho muertos. El gobierno no se ha dado cuenta que una parte fundamental de la inseguridad se debe a las debilidades de toda la cadena institucional del Estado; es decir: las policías, los ministerios públicos, el poder judicial y el sistema carcelario.
4. Pendientes. La mayoría de los avances legislativos y de toma de decisiones del Ejecutivo se encaminan a: pensar en quienes más lo necesitan, con programas sociales, combatir la corrupción y tratar de pacificar al país, con la Guardia Nacional. Pero hay grandes pendientes con relación a las tres grandes crisis:
• Quizá el mayor error de la administración ha sido no comunicar exactamente todo lo que se está haciendo de la mejor manera. Dicho eso de forma consciente: aunque hay 3 conferenecinas diarias, el modelo unipersonal de comunicación atrapa todo y no deja dar a conocer las diversas acciones de política pública. Es fundamental darle otro foco en la comunicación, sin caer en lo que caían otros gobiernos y no destinar presupuesto excesivo a la comunicación social.
• Echar andar la economía implicaría uno de los pendientes para el tercer año de mandato lopezobradorista: la reforma reforma hacendaria y sobre todo la reforma fiscal.
David Marklimo, ha sido observador electoral en 2006, 2012 y 2018.