Por Jesús Michel Narváez
Allá por 1997-98, Dolores Padierna cobraba como jefa delegacional en Cuauhtémoc. Había sido el propio Cuauhtémoc Cárdenas el que la nombró. Eran los tiempos en los que el PRD dominaba toda la escena del entonces Distrito Federal y cuando, justamente, la política comenzó a degradarse y tomó el camino de la burla, la vulgaridad y el enfrentamiento.
Durante un recorrido por algún mercado capitalino, Padierna escuchó los reclamos de un comerciante que demandaba ser escuchado y como respuesta obtuvo un: “Quiere llorar, quiere llorar”. Se podría pensar que es “cosa del pasado, de los neoliberales disfrazados de izquierdistas”. Pero no. La forma de tratar a un modesto reclamante hizo escuela.
A casi 32 años de distancia, Mario Delgado Carrillo, moldeado por la mano de Marcelo Ebrard, utilizó el mismo lenguaje de la ahora diputada y vicepresidenta de la Comisión Permanente.
Frente al fracaso del llamado jefe político de Morena en San Lázaro al no lograr el consenso entre sus pares opositores para realizar un periodo extraordinario a fin de cumplir las órdenes, perdón el capricho, otra ve perdón, del presidente López Obrador y aprobar la iniciativa con la que pretende reformar Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, surgió la burla: “Después no lloren”.
Lo dice porque en septiembre, si el grupo opositor de mantiene unido y no se vuelven legisladores ausentes o enfermos, podrá cumplir los deseos de su jefe máximo.
Habrá iniciado el periodo ordinario de la LXIV Legislatura y tendrá la posibilidad de haber realizado todo el cabildeo necesario para sacar adelante la propuesta. De todas formas, la tarea no será fácil toda vez que de mantenerse el grupo de contención y la molestia manifiesta de un buen número de morenistas más la ruptura con el PVEM, Mario Delgado será el que derrame lágrimas y no de cocodrilo.
Las expresiones de Delgado sumadas a las de López Obrador y por supuesto de Hugo López-Gatell, muestran que la política se encuentra degradada y que el abuso de poder es su bandera.
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