Por Alberto F. Mena Mallén
Andrés Manuel López Obrador es el presidente que más ha dividido a los mexicanos.
Y ahora a las mujeres.
Como siempre, la falta de atención a las demandas de este sector de la población –y de miles de mexicanos-, hizo que en el Día Internacional de la Mujer marcharan no 80 mil como informó en un comunicado el gobierno de la Ciudad de México, como tratando de minimizar la manifestación de las féminas.
Las fotos no mienten. Hay quienes calculan entre 200 y 300 mil personas las que participaron en este movimiento y que fueron las representantes de millones que no marcharon. De alguna u otra forma han padecido en nuestro país. Ello sin contabilizar la participación de las mujeres en otras entidades del país, donde hubo una nutrida concurrencia.
Una académica de Acatlán-UNAM que intervino en un foro sobre lenguaje incluyente, dijo al preguntársele el por qué hay un fuerte interés por empoderar a las mujeres. Su respuesta fue: “las redes sociales nos lo permiten y nos han ayudado”.
Y se están aprovechando, incluso las radicales que volvieron a aparecer en la manifestación de este 8 de marzo y que hizo que se generara un enojo colectivo por los destrozos y por atentar, incluso, contra la vida de algunas personas que se incendiaron por las bombas “molotov” que utilizaron en la marcha y por lanzar aerosol en la cara de las policías que custodiaron el movimiento. Lo hicieron a pesar de las caretas que portaban las uniformadas.
Otra profesora de esta universidad, que también participó en un foro de lenguaje incluyente, aseguró que por la acción de estos grupos destructivos el gobierno los ha volteado a ver para ajustar muchas cosas que están mal y que les perjudican.
En ello no estuve muy de acuerdo, ya que el hecho de que sean vistas por el gobierno no solo ha sido por estas agresiones y desperfectos a monumentos históricos que son de todos los mexicanos y no únicamente de quienes los vandalizan, sino que este movimiento femenil se debe más a la inseguridad y a los feminicidios que se presentan todos los días.
Y no se queda atrás lo del machismo, que ha generado un “día sin nosotras”, y que dio una muestra de que las mujeres son complemento de los hombres, los que no han respetado esta parte de la vida y que se ha abusado del género en muchos campos.
Las desapariciones que de igual forma forman ya parte de la cultura del terror y de la violencia que ya se está incrustando en nuestra vida diaria, particularmente con las mujeres, quienes de alguna manera son más afectadas que los hombres.
Con respecto a las noticias de un día sin nosotras, destaca que el 8m fueron muertas 11 mujeres de un total de 62 asesinatos que se presentaron a lo largo y ancho del país y de ellos, 6 no se identificó el género. Fueron más que lo que se contabiliza cada día: 10 mujeres asesinadas.
En una familia, se puede contar, seis mujeres, las sobrinas con las tías, se organizaron para acudir a la cita de la marcha del domingo 8; elaboraron incluso una manta que portaron orgullosas en el recorrido y que decía: “Calladita no te ves más bonita, ni un paso atrás conmigo avanza y grita”. Cabe decir, que solo algunas de ellas han participado con mayor frecuencia en este tipo de manifestaciones.
También, hay que decirlo, el día sin mujeres quedará para la historia de este país y tal vez del mundo y particularmente para la biografía de El Peje, quien busca de alguna u otra forma minimizar este acontecimiento.
En la mañanera del lunes 9 de marzo, al dar respuesta a uno de los cuestionamientos sobre la ausencia de mujeres en la vida nacional, señaló que en las manifestaciones feministas del 8 de marzo se movilizaron dos tipos de feminismo, uno que lucha por los derechos de las mujeres y contra los feminicidios, y el que quiere que fracase su proyecto de Cuarta Transformación de la vida pública.
“Considero que no debe llevar ninguna acción en contra de las que actuaron con exceso, porque no queremos que se utilice como pretexto, este movimiento (feminista) tiene varias aristas, es un movimiento de mujeres que legítimamente luchan por sus derechos y en contra de la violencia, en contra de los feminicidios; pero hay otra vertiente de quienes están en contra nuestra, y los que quieren es que fracase el gobierno y sobre todo que no pueda consumarse la Cuarta Transformación”, aseguró.
Y va de nuevo el asunto de la división entre mexicanos, cuando dicho movimiento se realizó por las condiciones en las que se encuentran las mujeres en el país y por la desatención y omisión del gobierno del primer mandatario, como en los casos del retiro de los apoyos a las guarderías, a las mujeres con cáncer, a las mujeres maltratadas, la desaparición del seguro popular y particularmente el asunto de la inseguridad que viven en el territorio nacional.
También resalta el caso de la primera dama –aunque no le gusta que la califiquen así-, que primero apoyó dicho movimiento y posteriormente se retractó. Luego, un día después de la marcha, lanzó un Twitter en el que se quejaba contra Facebook, ya que esta plataforma le censuró un mensaje relacionado con los desórdenes que se presentaron en el Zócalo.
El Twitter decía: “Ayer publiqué un video sobre el momento en que una persona lanza un petardo hacia las mujeres policías que resguardaban la puerta de Palacio Nacional. Hacia las 9 de la noche, lo habían visto unos 3 millones de personas.
“Mi texto solo decía “Así no”.
“Hoy, 9 de marzo, el video ha sido “desaparecido” por la compañía Facebook.
“Esto se llama censura.
“¿Alguna explicación, señores de #Facebook? ¿Así de estrictos son con los miles de contenidos violentos, criminales, humillantes, de acoso a mujeres y niños (incluida a una servidora y a mi hijo), de apología del delito y otros más, que dejan correr como agua, cada minuto, todos los días, en su red social? ¿Y qué respuesta me dan a las páginas que he denunciado y que siguen circulando?”
Este es México y el actual gobierno.
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