*Pero que Soslayan Desde Palacio Nacional, Subrayando el Bienestar
*En Poco Tiempo Será un País de Viejos y de Muchos más Pobres
Por Jaime Contreras Salcedo
Mientras seguimos juntando entre varios la vaquita correspondiente para acceder a un cachito de avión-no avión, que ya veremos emergiendo del holograma para septiembre próximo, hace unos días el propio Instituto Mexicano del Seguro Social nos despertó con los datos más actualizados en torno a la creación de empleos formales correspondientes a enero pasado.
Los otros datos del IMSS nos detallan que el mes pasado se generaron 68 mil 955 puestos de trabajo, lo que equivale a un crecimiento de apenas 0.3%, respecto a diciembre anterior y que en comparación con el primer mes de 2019 representa una caída en términos reales del orden del 27%.
En ese México real, acorde con el clásico periodístico, en donde nos dicen importa más el bienestar y la felicidad del pueblo que el crecimiento económico del país –ya casi estamos convencidos-, nos hace ver que el nivel de plazas formales generadas en enero es el más bajo para un periodo de esta naturaleza, desde hace cinco años, es decir, el principio del tercer ejercicio anual de Enrique Peña Nieto, justo cuando se acababan de aprobar en el Congreso de la Unión las llamadas “reformas estructurales” y Time proclamaba a este gobernante, es un decir, como “el que estaba salvando a México”.
De esta manera, amig@s, el conteo de los empleos, acumulados en la economía formal, en los últimos 12 meses asciende a 316 mil 386 puestos de trabajo, que equivalen a un crecimiento de 1.6% frente a lo que se acumuló en todo 2018.
Con estas cifras, que esperamos luego no nos digan que son desmentidas por otro tipo de autoridad emanada del Ejecutivo, el Seguro Social tiene a la fecha un total de 20 millones 490 mil 397 puestos de trabajo registrados, de los cuales es importante subrayar que un 85.8% son permanentes y el restante 14.2% son de carácter eventual.
Eso sí, de acuerdo con el propio IMSS, en lo que hace al salario base de cotización de los trabajadores afiliados, éste se ajustó al alza en 6.4%, para situarlo en 396.2 pesos, es decir, el segundo nivel más alto para un enero en los últimos 10 años. Ya la hicimos, sí señor,
Y si a esto vamos, el sector en el que se generó más trabajo, siempre de acuerdo con los datos del Seguro, fue el de los transportes y comunicaciones, en donde el crecimiento alcanzó el 5.7%, mientras que en el rubro de la construcción fue el que presentó mayor eliminación de puestos de trabajo, con una caída de 1.4% en el periodo de referencia. Un dato no menor es que en el caso de la industria extractiva se perdieron el 0.6% de las plazas formales generadas hasta enero anterior.
Y ya que estamos en eso, cerramos el asunto de las cifras señalándole que en cuanto a las entidades federativas, Coahuila y Durango padecieron el mes pasado un 0.4 y 0.7%, respectivamente, de destrucción de empleo, mientras que en los estados de México, Morelos, Puebla, Tamaulipas, Zacatecas, Hidalgo, Chihuahua y Veracruz, el crecimiento de plazas fue menor a 1%, de acuerdo con la información oficial del Seguro Social.
Esto es importante señalarlo, toda vez que leíamos al mismo tiempo en las benditas redes sociales un hilo de conocido y controvertido economista del ITAM, Isaac Katz, quien decía, palabras más o menos, que México está a punto de perder el llamado bono demográfico y si no hacemos lo conducente en los próximos meses y años, sin duda en menos de una década tendremos un país “de pobres y viejos”.
Y esto es así, añadía nuestro maestro en ese Instituto, porque las autoridades federales están haciendo lo posible e imposible para destruir la confianza y minar la inversión, bases claras para cualquier intento de crecimiento en los siguientes lustros y décadas, a lo que hay que sumar, acota, el tema de la inseguridad jurídica y una estrategia fiscal que es más cobrona que estimulante, precisamente, de la creación de empleos en la economía informal.
No es la primera ni la última voz de economistas y consultores públicos y privados que alertan sobre las eventuales consecuencias de proseguir dando pasos al vacío. Dos analistas privados nos señalaban, hace solo unas horas, que ya empiezan a ver que el crecimiento nacional proyectado del uno por ciento ni siquiera llegaría a esa cifra, porque se siguen colocando minas debajo de las variables más sensibles de la macro economía como el caso de las calificadoras y las empresas y bancos que son monitoreados, públicos y privados; el tema de los energéticos; las dudas que ya se tienen sobre las entidades cotizando en bolsa, y así por el estilo.
Si a ello se sigue sumando la inseguridad, la precarización del trabajo, la falta secular de prestaciones para los empleados gubernamentales y no tanto, así como la ausencia de una política pública clara y definida en temas como el outsourcing, la informalidad, los contratos sindicales y otros, no vemos de dónde asirse para apuntalar el futuro nacional del empleo y sus temas adyacentes.
Los trabajadores requieren, como los empresarios y el resto de la sociedad, reglas claras para saber o no si tienen futuro en un México que se niega a reconocerles, les explota y, eso sí, les da una patada por salva sea la parte para que busquen en otras latitudes lo que aquí no encuentran, pese al discurso oficial en contrario, o a lo mejor con esa determinación, aunque no se ve mucho de maquiavelismo en el gobierno vigente.
Por lo pronto, estas Lascas Económicas andan buscando junto a otras piedras alternativas para sacar al buey de la barranca, solo de la barranca, a punta de pedradas incendiarias y llenas de energía. Y ya le esperan con toda calma, sí, pero la semana entrante, en este mismo espacio. Jacs95@hotmail.com.