«Los cárteles de la droga controlan grandes tramos de territorio mexicano y la Ciudad de México con mucha frecuencia se ve abrumada por el poder de fuego y el dinero» proveniente del crimen. Así arranca un duro editorial titulado «La Cartelización de México», publicado ayer en el sitio en línea del diario estadounidense The Wall Street Journal y donde califica de «rendición» la estrategia antinarco del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
El rotativo señala que la masacre de tres mujeres mormonas y sus hijos ocurrida el lunes en la frontera entre Sonora y Chihuahua apunta a una «advertencia de los cárteles de la droga para todos en la región y especialmente a funcionarios mexicanos de que las bandas criminales tienen el control».
Según el editorial, aunque los detalles de estos asesinatos sean impactantes en México, donde los homicidios llegaron a 36 mil en 2018, son cosa de todos los días, además de que Sonora y Chihuahua, añade, «son cruciales para los cárteles por su acceso a Estados Unidos y al gigantesco mercado estadounidense de las drogas ilícitas».
Recuerda que el mes pasado, la policía y Guardia Nacional mexicanas, se vieron obligadas a liberar a Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán, esto tras verse rebasados por las fuerzas del cártel.
El WSJ cita al senador por Nebraska, Ben Sasse, quien dijo que «la dura verdad es que México está peligrosamente cerca de ser un Estado fallido», y advierte que esa afirmación es particularmente cierta en el caso de las fallas en seguridad.
«Especialmente en las rutas del tráfico de drogas, los cárteles son, en esencia, el Estado».
Según el diario, la estrategia del Presidente López Obrador, de iniciar un proceso de pacificación con el crimen organizado, y adoptar modelos de justicia transicional que respeten los derechos de las víctimas, no es sino una «rendición, y los cárteles han recibido el mensaje y pasado a la ofensiva».
Sin embargo, anota el WSJ, los estadounidenses no están exentos de culpa, considerando sus hábitos de consumo de drogas. Y retoma un reporte del Consejo de Relaciones Exteriores según el cual los estadounidenses gastaron casi 150 mil millones de dólares en 2016 en cocaína, heroína, cristal y mariguana. A eso habría que añadir el creciente problema de consumo de opioides sintéticos como el fentanilo. «La mayor parte de esto viene de la frontera mexicana, y el dinero de la venta de drogas permite a los cárteles sobornar a las autoridades de procuración de justicia en ambos países», alerta el diario. Incluso, acota, hoy es más condenable consumir cigarros que cocaína o mariguana.
Eso no significa, dice el WSJ, que sea momento de tirar la toalla. Y aunque López Obrador rechazó la ayuda de Estados Unidos, el editorial señala que Estados Unidos ya provee ayuda en materia de inteligencia y de seguridad a México, y existe una «amplia cooperación» con la policía.
Aun así, concluye, «si México no puede controlar su territorio, Estados Unidos tendrá que hacer más para proteger de los cárteles a los estadounidenses en ambos países». La Agencia Antidrogas (DEA), dice, «debería ser capaz de averiguar las identidades y ubicaciones de quienes ordenaron o perpetraron los asesinatos del lunes, y garantizar su muerte sería una señal de que la justicia de Estados Unidos tiene largo alcance. No puede descartarse una operación militar estadounidense».