Por Nidia Marín
Aun no avanzan lo suficiente o de plano el programa que desarrollan desde agosto va muy lento. Se trata del Plan de Carreteras Seguras, que llevan a cabo la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana y el Consejo Coordinador Empresarial, el cual se aplica desde agosto pasado en los estados de México, Hidalgo, Puebla, Tlaxcala, Veracruz, Morelos, Michoacán y Guerrero.
Existe en ese renglón gran participación de quienes resultan más afectados: los empresarios. Así, están concurriendo también la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR); el Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (CONMEXICO); la Cámara Nacional del Autotransporte de Pasaje y Turismo (CANAPAT), y la Asociación Mexicana de Concesionarios de Infraestructura Vial A.C. (AMCIV); la Confederación de Cámaras Industriales (CONCAMIN).
Sí, porque la concentración de la política de transportación al parecer ha sido modificada diametralmente y ya no es la Secretaría de Comunicaciones y Transportes la que lleva a cabo casi integralmente tanto la construcción de carreteras y otro tipo de obras en vías locales en los estados y de terracería.
Sin embargo, el asunto de la inseguridad en las carreteras es lo más grave y no sólo es la ruta CDMX-Puebla-Veracruz, sino prácticamente todas con énfasis en aquellas por las que cruzan turistas mexicanos rumbo a las playas, como es el caso de la México-Cuernavaca-Acapulco y en general el estado de Guerrero.
Lo mismo ocurre en las vías por las que se transportan productos sea con rumbo a la capital del país o a diversos estados de la República.
El Plan de Carreteras Seguras está a punto de cumplir dos meses (el 24 de octubre) de haber sido puesto en marcha, pero todo indica que no ha dado el resultado que se esperaba, pero también que existe un desconocimiento de quienes manejan esa materia.
La red federal de carreteras era atendida en su totalidad por el gobierno federal. Registraba la mayor parte de los desplazamientos de pasajeros y carga entre ciudades y canalizaba los recorridos de largo itinerario, los relacionados con el comercio exterior y los producidos por los sectores más dinámicos de la economía nacional.
A su vez, las redes estatales cumplían una función de gran relevancia para la comunicación regional, para enlazar las zonas de producción agrícola y ganadera y para asegurar la integración de extensas áreas en diversas regiones del país.
Por su parte, los caminos rurales y las brechas mejoradas son vías modestas y en general no pavimentadas; su valor es más social que económico, pues proporcionan acceso a comunidades pequeñas que de otra manera estarían aisladas. Sin embargo, su efecto en las actividades y la calidad de vida de esas mismas comunidades es de gran trascendencia.
Hoy la incertidumbre se presenta en todas las vías. Es tal el problema de la delincuencia común y también la organizada que circula por nuestras carreteras, lesiona, roba y agrade sin que haya consecuencias suficientes.
A lo mejor ahora sí empieza a cambiar el panorama, siempre y cuando desde la cúpula del poder permitan a los demás hacer su trabajo.
México contaba hasta 2018 con 171,347 kilómetros de carreteras pavimentadas. Son 50,435 km. de federales, 101,460 km. de estatales; 19,452 km de municipales y particulares; 10,557 km, de cuota y 1,192 plazas de cobro.
Asimismo, son 70,541 km de vialidades urbanas e infraestructura de enlace;
340,287 km de caminos no pavimentados y 10,341 km de veredas.
La longitud total de la Red Nacional Carretera es de 582,175 kilómetros y, por cierto, la mayor longitud de carreteras y caminos, por entidad federativa, corresponde en orden decreciente a: Veracruz, Michoacán, Jalisco, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Tamaulipas, Chihuahua, Estado de México y Sonora.
En un solo año entre 2017 y 2018 dicha Red Carretera registró un incremento de 158,990 kilómetros, de los cuales 2,272 km son carreteras pavimentadas y 138,475 km son caminos rurales.
Y las entidades donde hubo mayor crecimiento ese año del 17-18 fueron: Michoacán, Jalisco, Veracruz, Guerrero, Tamaulipas, Sonora, Zacatecas, Oaxaca y Sinaloa.
