*Por justificarse ante AMLO con el caso Robles, viola procedimientos
Por Miguel A. Rocha Valencia
El juez Felipe de Jesús Delgadillo Padierna que vinculó a proceso y encarceló a Rosario Robles Berlanga, continúa con su protagonismo y cual sello de la cuarta transformación, viola procedimientos, emite juicios al margen del procedimiento judicial y dicta a la fiscalía líneas de investigación, como si él mismo fuera agente del Ministerio Público.
Es “su caso” y para quedar bien, luego de que López Obrador pusiera en duda su honradez profesional al liberar a un delincuente por fallas en el proceso, el juez Delgadillo estás hecho al dedo para cumplir la misión de verdugo y revalorarse ante quien manda en el país.
Y como sabe que al presidente no le importa la Ley sino la justicia aunque con ello se viole lo que estipulan los códigos penales, pues le entra incluso a ofrecer “circo” mediante órdenes de prisión no previstas legalmente.
La víctima se presta a todo lo que quiera interpretar el juez, que no es de consigna, pero sí deseoso de la gloria mediática y del favor presidencial que a sus 40 años lo puede catapultar a las alturas ¿por qué no? de la Suprema Corte de Justicia ¡Se sacó la lotería!
Eso lo llevará a la dureza, al regaño, a la orden de más líneas de investigación, hasta del mismo ex presidente Enrique Peña Nieto y lo que podría ser el golpe mediático que quería dar López Obrador para hacer ver que si está contra la corrupción puede escalar niveles más allá de lo acordado en la transición del poder.
Entonces sí, vendrá el escándalo, sacarán la ropa sucia de donde se tiene guardada y los arsenales de lodo saltarán. Los miembros del Peñismo dejarán su ostracismo para revelar lo que saben, defenderán lo que hasta hoy no han defendido y el silencio cómplice dejará de serlo para destapar la cloaca del sistema político mexicano.
¿Cuáles serán las consecuencias? López dirá que, hasta donde tope con pared y aunque ya no cuente con el respaldo que tuvo al principio, eso lo rescataría de los reclamos por falta de efectividad de su gobierno que no atina con ocurrencias a dar pie con bola en lo económico y social.
Es decir cumpliría el escándalo con su función de distraer la atención; eso haría que el pueblo sabio le perdonará todo, hasta los efectos recesivos, incluyendo desempleo.
El caso Robles Berlanga, se les puede salir de control. Rosario también sabe, y mucho… ¡Aguas con el juez!
