Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
El domingo, el influyente rotativo The New Times, publicó un extenso reportaje en el que se rebeló el hackeo hecho al celular de la presidenta mexicana.
“Eres dura”, fueron las palabras que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le dijo a la presidenta de México en una llamada telefónica el mes pasado, de acuerdo con el diario.
El reportaje firmado por Natalie Kitroeff, jefa de la oficina del periódico en México, afirma que el aparato telefónico sufrió el hackeo después de la entrega de 29 criminales reclamados por Estados Unidos.
En una parte del trabajo periodístico se lee: “Eres dura”, fueron las palabras que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le dijo a la presidenta de México en una llamada telefónica el mes pasado, de acuerdo con el diario.
Kitroeff señaló que la versión fue corroborada con cuatro personas que tuvieron conocimiento del intercambio entre los mandatarios, previo a la más reciente llamada en la que Trump concedió la exención del 25% de aranceles a los productos mexicanos comprendidos en el T-MEC hasta el próximo 2 de abril.
Hay otros elementos dignos de la lectura. Sin embargo, llama poderosamente la atención la respuesta ofrecida por la presidenta mexicana que, corroboraría la teoría de que el reportaje recibió datos innecesarios solamente para fortalecer la imagen de Claudia Sheinbaum.
La jefa del Ejecutivo Federal admitió durante su mañanera de ayer que, en efecto, su celular fue hackeado igual que su correo electrónico personal.
Hasta ahí todo hace suponer que el diario recopiló información con fuentes dignas de crédito.
Lo que despierta la sospecha es lo que contiene parte de la respuesta: la información expedida por el medio estadounidense fue del todo certera, dado que su teléfono celular en efecto sufrió un ataque cibernético tras la entrega de los 29 líderes criminales a la entidad norteamericana.
Y aquí está lo excelso. La presidenta aclaró que no se trataba de su teléfono para uso personal, sino que era sobre el celular que compartió durante la campaña presidencial del 2024. Dicho número telefónico que aún mantenía en registro de contacto con las localidades vecinas de Tlalpan, antes de mudarse a Palacio Nacional.
Si lo utilizó en la campaña, Donald Trump no era presidente. Vaya, las elecciones en Estados Unidos no habían celebrado. Entonces ¿cómo pudo sostener una conversación el presidente Trump que no había ganado?
Como elemento adicional hay que dudar que una conversación entre presidentes se haga a través de celulares y no por líneas fijas protegidas.
Y pareciera que Trump, presidente, tutea a la presidenta mexicana. Por lo menos eso dice el texto del reportaje. “Eres dura”, transcribe la periodista.
Buscar artilugios para distraer la atención de temas fundamentales para el país, como lo es el crematorio en el rancho Izaguirre, en el municipio Teuchitlán. Jalisco; la aplicación de aranceles al acero y aluminio que exporta México a Estados Unidos y la incertidumbre que ha frenado inversiones y la creación de 50 mil plazas de trabajo ofertadas y confirmadas en tres ocasiones por Francisco Cervantes hablando a nombre de los asociados al Consejo Coordinador Empresarial y la violencia que no cede, parece poco creíble.
Además, para ahondar la duda, la presidenta informó que el teléfono viejo, el celular que no utiliza pero que se mantiene en el registro de la Presidencia de la República, se lo obsequió Layda Sansores.
En fin, queda claro que hay mentira en la revelación de la conversación sostenida con Trump, por lo menos en cuanto a fechas y aparato celular.
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