Guantánamo, ¿Islas Marías?: una Reactivación Forzosa de Penales

NIDIA MARIN

¿Reactivarán las Islas Marías para que vuelva a ser un penal y tener un amplio sitio para que los narcos paguen sus penas?

El ejemplo está en marcha: Guantánamo, prisión de alta seguridad ubicada en una bahía de Base Naval de Estados Unidos. Desde 2001, la CIA está autorizada a instalar centros de detención fuera del territorio estadounidense, tras de la reactivación de los fondos económicos para trasladar reos a dicho lugar.

Aseguran que en el primer mandato de Donald Trump envió a uno de los reos a su patria. Hoy, aviones depositan decenas de presos en aquel lugar.

En una gran mayorá estarán en aislamiento.

En cuanto a México, en marzo de 2019, por decreto presidencial, las Islas Marías cerraron sus puertas como penal, mismo que cuando nació, con rejas, Porfirio Díaz le dio el status de “colonia penitenciaria”; es sitio preferido en buena parte del siglo XX para enviar a los presos políticos: comunistas, sindicalistas y cristeros.

Y sólo hay que recordar a José Revueltas, uno de los reos más famosos, preso en el penal en dos ocasiones, la primera como adolescente a los 16 por “ser comunista” lo que estaba penado en México y la segunda vez a los 18 años por haber participado en una manifestación de sinarquistas cuando la Guerra Cristera.

Miles y miles fueron los presos, famosos o no, que pisaron aquel penal mexicano considerado similar a Guantánamo, pero en realidad más parecido a la prisión de Alcatraz de Estados Unidos (perteneciente a San Francisco California) hoy convertida en Museo.

Las Islas Marías, con el tiempo dejaría de ser el llamado “infierno del Pacífico” para convertirse en una prisión más o menos modelo, hasta que tras el paso del huracán “Wila” en 2018 y los altos costos de mantenimiento se tradujeron en el cierre del penal en 2019.

¿Hoy lo rehabilitarán para mandar a los narcos? ¡Sabrá Dios cuál es la idea!, porque las Islas Marías, pertenecientes al estado de Nayarit, son en la actualidad Área Natural Protegida declarada como Reserva de la Biosfera por la Unesco en 2010.

En otros tiempos, estuvieron presos en aquel lugar: “La Madre Conchita” (Concepción Acevedo de la Llata) acusada del asesinato de Álvaro Obregón; el luchador profesional Pancho Valentino, por matar a un cura; el general Ricardo Martínez Perea, por razones políticas; el violinista judío ruso Elias Breeskin, por meterse en política del lado equivocado; Ramón Mercader, el asesino de León Trotksy y muchísimos más.

MARÍA FÉLIX Y

SUS PEINETAS

Aquella prisión mexicana contaba con talleres no sólo de carpintería y de varios oficios, muchos elaborados con productos del mar, como es la tortuga de carey.

Esta periodista se enteró de ello el día que inauguraron el Archivo General de la Nación en el edificio que fue el Palacio Negro de Lecumberri, otra cárcel antigua que cerró sus puertas. Prisión desde 1900 inaugurada por Porfirio Díaz, hasta 1976 fue cerrada e iniciaron los trabajos de remodelación hasta que en 1988 abrió sus puertas con el carácter de archivo.

En esa ocasión, durante la ceremonia estuvo presente María Félix. Al concluir el evento, fuí caminando a su lado mientras conversábamos. Cuando le dije que trabajaba en Excelsior, muy correcta me respondió que no respondería a mis preguntas porque “sería traicionar a mi amigo Julio Scherer”.

Opté por preguntarle de su atuendo, entre el cual estaban unas peinetas de carey. Tocándose la cabeza, me respondió con una sonrisa “Me las envió un preso desde las Islas Marías”.

Y recordé los viajes en buques de la Armada de México a aquellas islas del Pacífico y a otras más del Caribe cuando cubrí Presidencia de la República durante el mandato de José López Portillo.

Hoy, ante el envío de miles de reos estadounidenses al penal de Guantánamo, la pregunta es: ¿en México habrá lugar en los penales para tantos y tantos narcos, así como políticos-narcos sí es que los atrapan? ¿Habrá necesidad de reabrir el penal de las Islas Marías?

Porque como dice la letra de la canción “El Preso”, de Álvaro Velásquez Balcázar que canta El Komander:

“Claro que estoy ofendido, / Claro que traigo coraje, / Y es que duelen las traiciones, / Y es que duelen los desaires, / Y si ahora estoy prisionero y peligra mi cuero, / Es porque no se rajarme.

“Cuando el poder te acompaña / Tienes amigos de sobra, / Mucho aprecio, mucho abrazo, /Mucho dinero en la bolsa, / Pero cuando el barco se hunde y tu suerte se nubla/, Los amigos te abandonan”.

Esa es la historia que se está escribiendo en México y… en Estados Unidos.

 

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