La tregua de Gaza provocó un motín político entre los miembros de extrema derecha del Gobierno de coalición de Benjamín Netanyahu, con ministros que renunciaron o dimitieron temporalmente en protesta por el acuerdo de alto el fuego. ¿Debería preocuparse Netanyahu o es una ventaja para él?
La coalición del primer ministro israelí se enfrenta a turbulencias en torno a la firma y la aplicación del alto el fuego en Gaza, en medio de ataques de los titulares ministeriales de extrema derecha, en particular, del ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, y del ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich.
Así, Ben-Gvir abandonó el Gabinete el 19 de enero, prometiendo volver si la guerra de Gaza se reanuda «con toda su fuerza». Por su parte, Smotrich dimitió temporalmente y amenazó con derrocar al Gobierno, pero anunció el 20 de enero que volvería.
La coalición de Netanyahu mantiene una ajustada mayoría en el Parlamento israelí, de 120 escaños, liderada por su partido —Likud— e integrada por los partidos de derecha religiosa y/o sionista Shas, Sionismo Religioso de Smotrich, Judaísmo Unido de la Torá, el ortodoxo Noam y Nueva Esperanza-Derecha Unida.
Algunos observadores temen que, de celebrarse nuevas elecciones, la política israelí podría volver a un ciclo de inestabilidad como el vivido entre 2018 y 2022, cuando se convocaron cinco votaciones relámpago en un periodo de cuatro años en medio de interminables disputas entre facciones pro y anti-Netanyahu en la Knesset.
La larga saga del juicio penal de Netanyahu, constantemente retrasada por la guerra y su operación de próstata, también amenaza con volver a perseguirle ahora que la crisis de Gaza ha quedado en suspenso, al menos temporalmente.
¿Qué hay detrás de la polémica?
La salida de Ben-Gvir tiene que ver «con la posibilidad de que Hamás mantenga el poder en Gaza durante algún tiempo», declaró a Sputnik el catedrático de Política de la Universidad Bar-Ilan, Zeev Hanin, al comentar la tormenta en el Gobierno de coalición.
Agregó que la derecha se pone furiosa porque la segunda parte del objetivo declarado de Netanyahu de liberar a los rehenes y destruir a Hamás no se ha cumplido.
Al mismo tiempo, «al menos dos tercios de los israelíes, a juzgar por las encuestas, estarán satisfechos en este momento» con la devolución de los rehenes, y lo considerarán «una victoria en esta guerra», afirmó el observador, al añadir que el consentimiento generalizado se resume en la frase «devuélvanlos, y ocúpense de Hamás en el futuro».
¿Elecciones en primavera para Netanyahu?
Según los cálculos de Hanin, la coalición de Netanyahu tiene 63 mandatos, suficientes para evitar que sus ministros de extrema derecha le derroquen. Las elecciones son probables este año, pero «no antes de la primavera», declaró Hanin.
«Tendrán lugar cuando Netanyahu decida que le conviene disolver la Knesset y organizar la votación, si el acuerdo le reporta dividendos políticos, digamos. Y lo que es más importante, si detrás del acuerdo hay algunos acuerdos con Trump, cualquier concesión en Gaza parecerá razonable y moderada», resumió el observador. Sputnik