Deudas y geopolítica «debilitan los estímulos» de las petroleras por proyectos de energía limpia

Las petroleras europeas duplican su producción de crudo y gas en 2024, ralentizando o abandonando su agenda climática, reporta el medio ‘Reuters’. Esto se debe a una fuerte subida de los precios de la energía como consecuencia de las sanciones occidentales contra los recursos energéticos rusos y, según la agencia, esta tendencia continuará en 2025.
«La agitación geopolítica (…) ha debilitado los estímulos para dar prioridad a una transición baja en carbono frente a los altos precios del petróleo y las cambiantes expectativas de los inversores», señaló el analista de Accela Research, Rohan Bowater.

Conforme con el experto, las principales empresas energéticas de Europa han recortado el gasto en proyectos de bajas emisiones de carbono en un 8% en 2024, en parte debido al impacto en las economías occidentales de las restricciones impuestas a la energía procedente de Rusia después de que Moscú lanzara su operación militar especial en Ucrania.
De acuerdo con el portal, las compañías, que habían invertido en la transición hacia energías limpias, «han descubierto que sus cotizaciones bursátiles van a la zaga de sus rivales estadounidenses Exxon y Chevron», que han mantenido su enfoque en el petróleo y el gas. Como consecuencia, han reducido drásticamente sus planes de invertir miles de millones en proyectos eólicos y solares, y los han reorientado hacia proyectos petrolíferos y gasísticos «más rentables».
En concreto, la empresa British Petroleum —que pretendía generar 50 gigavatios de energías renovables para 2030— vendió casi todos sus proyectos de generación de energía eólica marina. A su vez, la compañía Shell, «que en su día prometió convertirse en la mayor compañía eléctrica del mundo», dejó de construir nuevos parques eólicos y rebajó sus objetivos de reducción de CO2. La noruega Equinor también recortó el gasto en energía eólica marina, alegando que «atraviesa tiempos difíciles debido a la inflación y al aumento de los costos», destaca la agencia.

Como observa el medio, esto se produce en un momento en que las emisiones mundiales de dióxido de carbono (que provocan el calentamiento global) alcanzarían un nuevo máximo en 2024, el año más cálido jamás registrado.
Y 2025, advierte el portal, será «otro año turbulento para el sector energético» con el regreso a la Casa Blanca del «escéptico climático» Donald Trump, que ha «prometido excluir a Estados Unidos de los esfuerzos globales para combatir el cambio climático», mientras que las economías europeas están sacudidas por la incertidumbre sobre el conflicto de Ucrania y la agitación política en Alemania y Francia.
El medio cita estimaciones de la financiera LSEG, según las cuales la deuda neta de los cinco principales petroleros occidentales (British Petroleum, Shell, TotalEnergies, Exxon y Chevron) ascendería a 148.000 millones de dólares a finales de 2024, frente a 92.000 millones de 2022. Como resultado, predice la agencia, seguirían abandonando los proyectos ecológicos en favor de los más lucrativos de petróleo y gas, lo que supone «una mala noticia para los esfuerzos de mitigación del cambio climático».  Sputnik

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