El primer ministro canadiense Justin Trudeau comenzó con la que «casi con toda seguridad será su última campaña electoral» para buscar un cuarto mandato consecutivo, a pesar de la caída del apoyo a su Gobierno y al Partido Liberal, que, según sondeos, son desaprobados por tres cuartas partes de los votantes, afirmó el diario ‘The Economist’.
El medio británico consideró que la «relajación» en las tasas de interés, el descenso de la inflación y el «respiro en el vertiginoso aumento» de los precios de los precios de la vivienda «han hecho poco» para frenar la caída del apoyo a Justin Trudeau.
Recordó que, en septiembre de 2024, las elecciones especiales en dos circunscripciones, que habían pertenecido a los liberales, pusieron a prueba su popularidad. El Partido Liberal perdió ambos comicios, lo que provocó cuestionamientos al liderazgo del primer ministro de parte de sus “incondicionales”.
The Economist aseguró que algunos liberales canadienses, como Mark Carney, exgobernador del Banco de Inglaterra, se está preparando ante la posibilidad de que Trudeau «decida hacerse a un lado» de la contienda.
Sin embargo, el medio resaltó que Justin Trudeau «no se irá a ninguna parte». Según partidarios citados, el primer ministro de Canadá está decidido a organizar la próxima cumbre de G7 en junio de 2025 y espera enfrentar al líder de los conservadores, Pierre Poilievre, en el proceso de renovación de Gobierno.
Poilievre parece estar ganando un «apoyo inesperado» de los votantes más jóvenes y de la clase trabajadora, que impulsaron a Trudeau para llegar al poder en 2015, con su discurso sobre la inflación y el alto costo de la vivienda, según The Economist.
Las encuestas proyectan que los conservadores obtendrán una amplia mayoría en las elecciones que se deben celebrar en octubre del próximo año, agregó.
«Gane quien gane, habrá poco tiempo para celebraciones. El desdén personal de Donald Trump hacia Trudeau, junto con su promesa de imponer un arancel del 10-20% a todas las importaciones, pondrá nerviosas a las empresas canadienses y a sus empleados», señaló The Economist.
La renuncia de Chrystia Freeland, viceprimera ministra de Canadá, negociadora en 2018 del T-MEC y una de las aliadas de Justin Trudeau, también representó una «verdadera sacudida» para el Gobierno, en medio de la histórica crisis política que enfrenta actualmente, consideraron distintos medios locales.
La inesperada y caótica renuncia de la exministra de Finanzas, quien dirigió las duras negociaciones canadienses del T-MEC durante el primer mandato de Donald Trump en 2018, estaría totalmente relacionada con un desacuerdo con Trudeau sobre cómo responder a la amenaza arancelaria del republicano. Sputnik