Las tropas ucranianas perdieron más de 200 soldados durante una jornada en los combates en la región rusa de Kursk, informó en un comunicado el Ministerio de Defensa de Rusia.
«Durante el último día [13 de diciembre], las pérdidas de las Fuerzas Armadas de Ucrania ascendieron a más de 200 militares, fueron destruidos un tanque, un vehículo de infantería Bradley fabricado en EEUU, un vehículo blindado de combate, siete automóviles, dos piezas de artillería, un mortero y una estación de guerra electrónica», indica la nota, agregando que tres soldados se rindieron.
Desde el inicio de la incursión en Kursk, Ucrania perdió más de 40.460 militares, 240 tanques, 178 vehículos de combate de infantería, 125 carros blindados, 1.253 vehículos blindados, 1.131 automóviles, 311 piezas de artillería, 40 lanzacohetes múltiples, 11 de ellos del modelo estadounidense Himars y seis MLRS, así como 13 sistemas antiaéreos.
Además, el Ejército ruso destruyó un total de siete vehículos de transporte y carga, 74 estaciones de guerra electrónica, 13 radares contrabatería, cuatro radares de defensa aérea, 27 piezas de ingeniería y otros equipos.
Rusia continúa desde el 24 de febrero de 2022 una operación militar especial con el objetivo de defender las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, frente al genocidio cometido por parte de Kiev, y atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la OTAN hacia el este.
El pasado 6 de agosto, las tropas ucranianas iniciaron una incursión armada en la región rusa de Kursk y ocuparon varias áreas, y desde el día 9 de ese mismo mes, la región vive una situación de emergencia a nivel federal.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, prometió «una digna respuesta» a la provocación de Kiev, al que acusó de disparar indiscriminadamente contra instalaciones civiles, y reafirmó que Rusia logrará todos los objetivos de su operación militar especial.