El Ejército israelí asegura haber atacado la sede de inteligencia de Hizbulá en Beirut

Tras la información de dos grandes explosiones en un barrio de Beirut por parte de medios libaneses, el Ejército israelí comunicó haber atacado la sede de inteligencia de Hizbulá entre otros objetivos.
«Esta mañana [20 de octubre], la Fuerza Aérea israelí llevó a cabo un ataque basado en información de inteligencia contra un centro de mando de la sede de inteligencia de Hizbulá y un taller de armas clandestino en Beirut», detalló el comunicado militar israelí.

El comunicado agregó que antes del ataque, se tomaron «numerosas medidas para mitigar el riesgo de dañar a los civiles, incluyendo la emisión de advertencias anticipadas a la población de la zona».
Además, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dijeron haber atacado y eliminado en la zona de Tebnine al comandante del frente sur de Hizbulá, Al-Haj Abás Salama, acusado por Israel de planificar y ejecutar numerosos ataques terroristas contra israelíes.
El mismo comunicado señaló que también mataron a Rada Abás Awada y Ahmad Ali Husein, el primero «un experto en comunicaciones de alto rango de Hizbulá y Husein era el jefe de una unidad de fabricación de armas, responsable de la acumulación de armamento estratégico de Hizbulá».
Israel asegura que estos asesinatos selectivos forman parte del objetivo militar de frustrar la acumulación de armas por parte de la milicia chií proiraní en el Líbano e impedir que sigan atacando a Israel.
El Ejército israelí cruzó a principios de octubre la llamada Línea Azul y sostiene combates puntuales en el sur del territorio libanés con la milicia chií Hizbulá.

Esta organización, junto con el movimiento Hamás en la Franja de Gaza, las fuerzas hutíes del movimiento Ansarolá en Yemen y las milicias proiraníes de Irak y Siria, forma parte del llamado Eje de resistencia contra el Estado hebreo en Oriente Medio y lleva un año lanzando cohetes a las zonas del norte de Israel en solidaridad con la causa palestina.
La incursión terrestre sigue a dos oleadas de detonaciones de dispositivos de control remoto a lo largo del Líbano y una campaña de bombardeos aéreos para descabezar a Hizbulá, cuyo dirigente histórico, Hasán Nasralá, murió en un ataque con bombas antibúnkeres sobre un edificio residencial de Beirut. La capital libanesa no sufría bombardeos israelíes desde la guerra de 2006.
Para el 17 de octubre, la escalada del conflicto entre Israel e Hizbulá había provocado al menos 2.412 muertos y más de 11.200 heridos, según el Ministerio de Salud libanés.
En lo que va de este mes, la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en el Líbano (FINUL) denunció varios ataques del Ejército israelí contra sus posiciones, con cinco cascos azules heridos hasta la fecha. Israel sostiene que Hizbulá utiliza a efectivos de la FINUL como escudos humanos e instó a retirar esta fuerza de paz desde el sur del Líbano. Sputnik

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