La cuenta que llama

 

ULISES CORONA*

El llamado de la República está presente en cada día que se requiere revisar de manera puntual los temas que ordena la acción pública. Esta ordenanza está determinada por la visión y misión de respuesta de cada dirigente en su personal forma de gobernar, y en los puntos diarios y pendientes de la agenda nacional.

Para el caso actual en México, la presidenta Claudia Sheinbaum, enumeró cien puntos de lo que será desde su inicio de gestión de administración, la manera de enfrentar los retos actuales.

Desde luego que enumerar los puntos señalados y analizar su validez, será tarea de especialistas y expertos en el tema. Aún y cuando muchos de estos son muy ambiciosos y prometedores, los que de manera personal me llamaron la atención son:

  • La eliminación de 200 diputados federales plurinominales y 64 senadores. De esta forma el Congreso Federal se conformaría por 300 diputados y 64 senadores.
  • Aplicar este principio en la elección de congresos y gobierno locales, estableciendo parámetros poblacionales. 
  • Reforma constitucional para retomar el principio de la Revolución Mexicana: Sufragio efectivo, no reelección. No se podrán reelegir diputados y senadores de la República.
  • Reducir a la mitad el financiamiento a los partidos políticos. 
  • Transformar al INE para crear una institución electoral independiente que sería la única autoridad administrativa electoral del país. 
  • Desaparecer los órganos electorales locales por lo que el “nuevo instituto nacional “organizaría los procesos electorales de la república, a nivel nacional, estatal y municipal.
  • Elección de los consejeros electorales y los magistrados por voto popular.
  • Disminuir del 40% al 30% el nivel de participación de las consultas populares para que sean vinculantes y efectivas.

De las anteriores propuestas sin lugar a dudas, habrá un gran debate de personalidades político-partidistas e instituciones que serán puestas a revisión. 

En el centro de todas estas esta la redefinición de participación ciudadana y como eje el de democracia participativa

Ambos conceptos han sido base de construcción y fortalecimiento de la vida democrática del sistema político mexicano y en buena parte también baluarte de construcción y reedificación de instituciones y vida democrática.

El sistema creó la representación proporcional para dar vida a organizaciones que desde la clandestinidad y otras minorías, pudieran expresar sus posturas de manera clara y abierta, y aún existen muchos grupos que en esas circunstancias aun exigen su expresión, los partidos políticos son partes de un todo conglomerado, ideológico y político, y aún los actuales mayoritarios como Morena y opositores como PAN y PRI, independientemente de su composición al resultado de la última elección; están formados por muchos grupos, sectores, liderazgos y demás formas de expresión que verían pulverizadas sus posibilidades de participación en la discusión nacional.

A manera de dato, al respecto de las propuestas presentadas, sí solo el 30% podrá decidir el destino del país, no se complementaría el sentido de manifestarnos, como bien sabemos, ser una República, popular, democrática y representativa.

Sin adjetivar a la democracia, tendríamos una muy acotada y solamente dirigida de manera piramidal de forma rígida y en demasía acotada, con poca flexibilidad de expresión social y limitada en la capacidad de adaptación a nuevas y diferentes expresiones sociales, eso sería limitativo para grupos sociales y partidos políticos que incluso hoy sustentan el poder.

Académico Universitario*

   

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