El Ejército israelí halló los cadáveres de seis rehenes que el grupo islamista Hamás mantenía cautivos en Gaza, lo que ensancha las fisuras entre el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y quienes le piden, incluso dentro de su Gobierno, que deje de obstaculizar un acuerdo de tregua.
Cinco de los fallecidos -identificados como Eden Yerushalmi, de 24 años, el estadounidense-israelí Hersh Goldberg-Polin de 23, Alexander Lobanov, de 32 años, Almog Sarusi, de 27, y Ori Danino de 25- fueron raptados durante el ataque de Hamás en el festival NOVA el pasado 7 de octubre.
La israelí Carmel Gat, terapeuta ocupacional de 40 años, fue secuestrada cuando visitaba a sus padres en el kibutz Beeri, y las autoridades de esa localidad agrícola confirmaron su muerte.
Pero Hamás replicó que los seis rehenes “fueron asesinados únicamente por bombardeos sionistas“, responsabilizando a Israel y a su principal socio y proveedor de armas, Estados Unidos.
Los resultados de las autopsias, filtrados en la prensa local, sugieren que habrían recibido un disparo en la cabeza, y que gozaban de buena condición física, sin signos de tortura, inanición o los destrozos que hubieran causado en ellos bombardeos israelíes.