ALBERTO F. MENA MALLEN
Llegaron al poder por el carisma de su líder -y por los malos gobiernos anteriores-, y en muchos casos por la amistad con él o porque pertenecen a la mafia guinda del partido Morena, donde mostraron el cobre de lo que están hechos, ante tanto descaro porque les gustó el poder y el dinero y para fortuna de muchos mexicanos ya hay ejemplos y hechos que así lo demuestran.
El último golpe a la credibilidad de este gobierno se lo ha dado una de las más importantes integrantes de este grupo, Rocío Nahle, quien pretende ser la gobernadora de Veracruz, -nació en Zacatecas-, para taparle los desaciertos que ha cometido el actual mandatario estatal y seguir lucrando con el poder y los recursos públicos.
Se le han descubierto a la ex Secretaria de Energía y responsable de la construcción de la refinería Dos Bocas inmuebles propiedades con un costo millonario, aparte de que ya se descubrió también que tiene recursos millonarios en dólares en paraísos fiscales, mismos que deberán ser aclarados para evitar que se piense que hay manejos irregulares, particularmente con los gastos en dicha refinería, la cual tiene sobrecostos millonarios que tampoco se han aclarado.
De los ejemplos más destacados están los libros de Elena Chávez, “El Rey del Cash” y “El gran Corruptor”, donde se relata el modus operandi del macuspano y los suyos para recolectar recursos económicos, con lo que se allegaron miles de millones de pesos que tienen un gasto oscuro, aunque se deduce que de ahí se canalizaron a la supervivencia de AMLO en sus 12 años de campaña y su equipo que llegó a esta administración, para utilizarlos en las mismas.
También se habla del apoyo que les ha brindado el narco, con millones de dólares que, de igual forma, se usaron para campañas políticas. Afortunadamente se han dado a conocer para saber todas las triquiñuelas que han utilizado para tales fines, lo que niegan sistemáticamente, pero que investigaciones realizadas muestran con hechos la realidad.
Siempre ha utilizado a recaudadores que le envían dinero para sus gastos personales y políticos, y cuando era jefe de gobierno de la Ciudad de México, se conoció en televisión nacional que René Bejarano, secretario particular recogía billetes entregados por Carlos Ahumada y es probable que hacía lo mismo con otros empresarios. Igual hizo Carlos Imaz, entonces esposo de Claudia Sheinbaum.
Delfina Gómez fue acusada igualmente de recaudar un diezmo de los empleados de Texcoco, recursos que probablemente fueron a parar a las manos del tabasqueño o pagar la campaña de la expresidenta municipal para ganar la gubernatura del Estado de México. Pero al respecto nada pasó, solo quedó como denuncia pública.
Del plantón de Reforma se ha dicho que, para mantenerlo por casi tres meses (en el 2006), se usaron recursos que el Departamento del Distrito Federal, entregaba a través de Marcelo Ebrard y que, de igual forma, les llegaron dineros del narco, lo que afectó enormemente a miles de negocios que padecieron los abusos de quienes ahí participaron.
Muchas de las acciones que se han llevado a cabo muestran lo insaciable que se volvieron cuando tuvieron las riendas del gobierno, y otro ejemplo de ello, fue el conocer que los hijos y familiares del rey de Palacio Nacional se han dedicado a esquilmar al propio gobierno de Morena, porque han utilizado sus relaciones para saquear los recursos de los mexicanos. Incluso ya involucraron al Ejército en estos hechos ilegales, de lo cual y de lo que nada ha explicado el gobierno.
Se conoció, además, la manipulación del programa para adultos mayores, lo cual generó una estafa superior a los 40 mil millones de pesos, para lo que AMLO trató de disfrazar la cifra al inflar con más de 600 mil personas el padrón de beneficiarios, lo que fue denunciado por la propia escritora Elena Chávez en su libro “La Gran Estafa”.
El desfalco en Segalmex, por más de 15 mil millones de pesos, es otra de las monerías de este gobierno, donde su director Ignacio Ovalle, sigue disfrutando de los beneficios que le otorga el propio mandatario cuando lo exculpó de que fue engañado por sus empleados y fue enviado a refugiarse en la secretaría de Gobernación.
El hecho de que se haya reservado la información de las obras insignias del peje porque se consideraron de seguridad nacional al argumentar que ningún amparo podría detener las obras, generó suspicacias al no transparentar los recursos invertidos en las mismas, pero al trabajar con muchas irregularidades, generó que se piense que hay corrupción en las mismas, de lo que tampoco se ha dicho nada.
Su programa de austeridad (franciscana) republicana, les ha permitido desviar recursos hacia las obras monumentales que se destacan por sus altos costos y para financiar campañas políticas entre ellas la de Claudia Sheinbaum, que tiene más de 2 años de recorrer el país con el argumento de dar a conocer las experiencias positivas que tuvo durante la jefatura de gobierno y en la que se han gastado millones de pesos, reflejados en los espectaculares, bardas, pendones, carteles y mensajes en redes sociales y medios de comunicación.
Está también la transa que se llevó a cabo con el avión presidencial, ya que las promesas de que se canalizarían los recursos de la rifa a trece hospitales resultaron una mentira ya que se desconoce el rumbo que tomaron 260 millones de pesos que se deberían invertir en mejorar dichos centros de salud.
Otro de los casos con una incógnita gigante es el destino de los más de siete millones de árboles que se talaron en la construcción del Tren Maya, aunque hay información de que se convirtieron en aserrín, pero tampoco se conoce su destino.
En fin, hay una larga cola de hechos que muestran las irregularidades que se han cometido para defalcar a la administración pública en beneficio de funcionarios públicos de todo tamaño y de la familia presidencial. No transparentan la información, lo que genera malos pensamientos de muchos mexicanos que ya deseamos que este gobierno se vaya a Cuba o Venezuela a disfrutar de la amistad de sus mandatarios.
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