La Comisión Nacional de los Derechos Humanos, se pronunció a favor de la depuración de la policía, como parte de la nueva estructura de la Guardia Nacional, a fin de desterrar la corrupción y la colusión de sus integrantes con las organizaciones criminales.
Al participar en la primera sesión ordinaria del Consejo Nacional de Seguridad Pública, el presidente de la CNDH, Luis Raúl González Pérez, advirtió que “la capacidad, honorabilidad y profesionalismo de miles de servidores públicos comprometidos con la seguridad, no depende de filiaciones o preferencias políticas o ideológicas”.
Ante el presidente Andrés Manuel López Obrador y el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, el ombudsman sentenció que la Guardia Nacional no es, ni puede ser en sí, la solución misma al problema de la inseguridad.
“Por mejor capacitada que esté una policía, poco o nada abonará al abatimiento de la impunidad si no contamos con 33 fiscalías autónomas, eficientes, con recursos y capacidades suficientes para los delitos que se investigan y deben sancionar“, concluyó el titular de la CNDH.