«Todo el mundo se ríe» del techo al precio del petróleo ruso fijado por Occidente

El techo al precio del petróleo ruso fijado por el G7 es objeto de burla incluso en Occidente, indicó a Sputnik el escritor de Rusia Dmitri Lékuj. Sus palabras llegan después de que desde Washington declararan que su objetivo es garantizar que el proyecto ruso Arctic LNG 2 de producción de gas natural licuado (GNL) no tuviera ningún éxito.

«En primer lugar, no tenemos nada de que preocuparnos porque todas sus sanciones no funcionan, incluido el techo de precios del que todo el mundo se ríe. Al mismo tiempo, ya los propios estadounidenses, Bloomberg declaró (…) que el precio del petróleo ruso es de hasta 88 dólares por barril, teniendo en cuenta los grados premium, que se negocian más caros. En fin, las cosas están tan divertidas por allí que probablemente ni merezca la pena hablar de ello. Porque así es como acaba cualquiera de sus sanciones», señaló Dmitri Lékuj.

En sus palabras, las amenazas de EEUU al sector energético ruso no deben tomarse en serio.
El 8 de abril, el subsecretario de Estado de Energía de EEUU, Geoffrey Pyatt, indicó que su país se centra al máximo en negar a Rusia la posibilidad de llevar a cabo nuevos proyectos de GNL y realizar el gas que solía enviar a Europa. En noviembre pasado, el funcionario ya anunció que Washington tiene como objetivo acabar con Arctic LNG 2, proyecto energético de la compañía gasista rusa Novatek.
A principios de noviembre, EEUU sancionó Arctic LNG 2.
Arctic LNG 2 es el segundo proyecto de gran tonelaje de Novatek para producir GNL, además de Yamal LNG, que prevé la construcción de tres líneas tecnológicas con una capacidad de 6,6 millones de toneladas cada una (19,8 millones de toneladas de GNL al año).
A finales del 2022, el grupo G7, conformado por Estados Unidos, Alemania, Canadá, Francia, el Reino Unido, Italia y Japón, en conjunto con Australia, acordaron limitar a 60 dólares el precio máximo del barril de petróleo procedente de Rusia con el objetivo de doblegar su economía al mermar una de sus grandes fuentes de ingresos: los hidrocarburos.
La idea de imponer un tope de precios en las adquisiciones de petróleo ruso inicialmente fue propuesta por Washington. La secretaria del Tesoro de EEUU, Janet Yellen, aseguró que el límite de los 60 dólares por barril sería probablemente suficiente para frenar la participación de Rusia en los mercados internacionales y permitir al mismo tiempo una producción rentable. Sputnik

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