La canciller de México, Alicia Bárcena, ofreció este viernes al secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, apoyo para frenar la llegada de migrantes a la frontera común, pero insistió en la necesidad de atender las causas estructurales de la migración y pidió que los demás países del continente “se solidaricen” con México y Estados Unidos porque este es un problema regional.
Las delegaciones de ambos países retomaron en Washington las conversaciones sobre inmigración que arrancaron a finales del año pasado por el número récord de indocumentados que cruzan la frontera común, aunque estaba programada originalmente para fines de este mes conforme al anuncio formulado en la anterior cumbre el 27 de diciembre en Palacio Nacional y Tlatelolco.
“Nosotros, como México, tenemos la intención de ayudar a apoyar en esta gran tarea, esta gran batalla que estamos viendo todos que es la alta movilidad humana”, afirmó Bárcena al inicio del encuentro.
Al mismo tiempo, la canciller subrayó que los migrantes mexicanos “están aportando a la economía” estadounidense e hizo un llamado a atender las causas que fuerzan a millones de personas de la región a salir de sus hogares, sin mencionar el lado opuesto: las remesas cuantiosas que envían los mexicanos que trabajan en Estados Unidos legal e ilegalmente.
Con este encuentro se reanudan las conversaciones del pasado 27 de diciembre, cuando ambas delegaciones se vieron de urgencia en Ciudad de México después de que Estados Unidos cerrara varios cruces fronterizos debido al gran número de llegada de migrantes.
Blinken está acompañado del secretario de Seguridad Nacional y del secretario de Seguridad Nacional y al mismo tiempo encargado de la política migratoria, Alejandro Mayorkas; y de la asesora de seguridad de la Casa Blanca Elizabeth Sherwood-Randall.
Junto a la canciller mexicana viajaron a Washington los titulares de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez; de Defensa, Luis Cresencio Sandoval; de Marina, Rafael Ojeda, y del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño.
El diálogo entre ambos países transcurre de forma paralela a las negociaciones que mantienen los demócratas y los republicanos en el Congreso estadounidense sobre la aprobación de nuevos fondos para la frontera y para Ucrania.
La oposición conservadora ha condicionado la ayuda para la que administración de Joe Biden restaure el Título 42, la política que aplicó el expresidente Donald Trump (2017-2021) para expulsar a México de forma exprés a las personas que llegan a la frontera.
Los republicanos han puesto la inmigración como un tema central de cara a las elecciones presidenciales del próximo noviembre y han amenazado con un juicio político contra el secretario Mayorkas.