David Martínez
(*Misión Política no comparte la opinión de su colaborador, pero la hace pública en virtud de la libertad de expresión y la pluralidad de las que hacemos una realidad).
El impacto del huracán Otis en las costas de Guerrero ha sido catastrófico. Nunca en la historia de los desastres naturales un fenómeno se había convertido en algo tan destructivo en tan poco tiempo. Ahí están los datos de la UNAM y de la NASA: doce horas antes era una tormenta tropical y a las 14 hrs del martes era una Depresión. Nada indicaba que se transformaría en un verdadero vendaval, con vientos promedio de 250 kilómetros por hora, alcanzando una máxima velocidad de 350. La alerta gubernamental fue dada a las 20 hrs. El ya huracán pegó en el puerto de Acapulco (una ciudad de más de un millón de personas) alrededor de las 2350. Fue algo inaudito, con poquísimas probabilidades de suceder (léase el enlace https://theeyewall.com/trying-to-make-sense-of-why-otis-exploded-en-route-to-acapulco-this-week/). Conviene no olvidar estos datos ante lo que ha sucedido.
A tal destrucción, cabría esperar que la sociedad reaccionara rápidamente y se organizase. Nada de eso ha sucedido. Por el contrario, las noticias falsas están a la orden del día. Las primeras criticas tienen que ver con que no se evacuó a la población, poniendo como ejemplo los protocolos en caso de sismo. A ver, hay una gran diferencia entre evacuar para un sismo -algo que normalmente es posible hacer rápido, porque basta con salir de los edificios hacia la calle- que hacerlo para un huracán (¿quién sería el valiente que saliese a la calle con ráfagas de 250 kilómetros por hora en promedio?). La segunda critica tiene que ver con el presidente Andrés Manuel y su decisión de ir hacia Guerrero en auto y no en helicóptero. Quizá sea una crítica válida, dada esta sociedad en la que vivimos, donde todo debe ser inmediato. Pero la lógica de AMLO era que la gente de las comunidades lo viera, que entendiesen con un acto, en teoría sencillo, lo que había ocurrido. AMLO además quería ver por él mismo lo que había sucedido, palpar el terreno y tener un diagnóstico claro en las primeras horas del impacto. Logró hacerlo aunque ahora las fake news aleguen que nunca estuvo en Guerrero y que las fotos se las hicieran en sepa que lugar de Morelos. De esa visita sacó una valiosa conclusión: es necesario reponer lo público (la luz, el agua, las comunicaciones, la asistencia social, los médicos …). Pero el mensaje en los medios ha sido que no hay gobierno, que están todos solos. La realidad indica otra cosa y ahí van los datos que pueden ser fácilmente verificados (https://verificado.com.mx/las-desinformaciones-que-dejo-el-huracan-otis/).
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Petróleos Mexicanos informó que ya se activaron las dos primeras estaciones de servicio en Guerrero. La empresa mexicana también dio a conocer que llegó al puerto de Acapulco un buque abastecedor con 44 mil barriles de gasolina regular, 25 mil de gasolina premium y 3 mil de turbosina. De acuerdo con la petrolera, la Terminal de Almacenamiento y Despacho Acapulco tiene más de 23.6 millones de litros (149 mil barriles) entre gasolinas y diésel que permite una autonomía de 18 meses.
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Un contingente de médicos especialistas y de personal de enfermería salió del aeropuerto internacional de la Ciudad de México hacia el estado de Guerrero, con la finalidad de brindar apoyo a la población afectada por el paso de huracán Otis. Lo que viene en Guerrero es grave: dengue, tifoidea, diarreas … Mientras se realiza la limpieza y el rescate de personas, es necesario evitar enfermedades y epidemias. Los traslados médicos a otros estados empiezan a fluir. Incluso cinco recién nacidos y una niña de 3 años que se encontraban hospitalizados en el Hospital General Regional No. 1 del IMSS en Acapulco fueron recibidos en el Hospital General del Centro Médico Nacional “La Raza” y en el Hospital de Alta Especialidad “Centenario de la Revolución” del ISSSTE. De igual manera los múltiples audios e imágenes alegando que la ayuda no la dejan pasar de Chilpancingo son falsos. Caritas y la Cruz Roja están sobre el terreno repartiendo ayuda sin ningún tipo de problema. Esta próxima semana, los camiones de la UNAM y de la ENAH harán lo propio.
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CFE – El huracán Otis prácticamente tiró en su totalidad la red eléctrica de Acapulco, destruyendo postes, cableados, centrales. Un total de 513 mil 524 usuarios fueron afectados. La CFE hasta el momento en que esto se escribe llevaba reestablecido el 55% del servicio en el puerto.
La lógica de estos mensajes es el odio. Los medios y de muchos sectores no quieren ver la tragedia: prefieren ver que AMLO hace las cosas mal, pensar que todo está a la deriva y que el gobierno -en los tres niveles- está ausente. Recuerda a esa caricatura en marzo del 2020, en la que aparecían los entonces líderes de la oposición sosteniendo un cartel que decía:
– Bienvenido Coronavirus, ayudanos contra la 4T.
El odio ante todo lo que tenga que ver con Andrés Manuel, su figura y su gobierno es muy peligroso y está en contra de todo lo que tiene que ver con el oficio periodístico. No es información, es propaganda. No hay ni una sola nota obre los esfuerzos mencionados ni sobre la tragedia de la Sierra de Guerrero. Tampoco hablan de las perdidas agrícolas (Guerrero es uno de los principales productores de coco y mango). Sólo enfatizan que el gobierno canceló el Fonden. Lo cual es falso a todas luces (si se fijan en el enlace https://www.proteccioncivil.gob.mx/work/models/ProteccionCivil/Resource/469/1/images/LibroFonden_versionEsp.pdf verán que tiene asignados 17 mil 156 millones 826 mil 205 pesos en este 2023).
No se malentienda. No es que el gobierno hiciese todo bien: en una catástrofe nadie hace todo bien. El punto central es que lo que marca la desinformación es el odio. Y ese odio impide ver no sólo la magnitud de la tragedia sino también arrimar el hombro a la sociedad de Acapulco y de Guerrero, que en estos momentos es lo primordial. El que se tenga luz al poco tiempo de un huracán categoría cinco no merece ni un comentario. El que la cadena de ayuda empiece a fluir es únicamente reseñable si va acompañado de un meme pidiendo que no se lo roben o exigiendo que el ejército, la guardia nacional o la marina no lo manden a sus bodegas. El que las empresas de internet brinde servicios gratuitos en las medidas de sus posibilidades, tampoco ayuda al relato de que Andrés Manuel es poco menos que un incompetente y un ladrón.
En fin, no hay nada más que agregar. Mientras esto se escribe suena en la radio una canción de Los Prisioneros, un grupo chileno que la lanzó al mercado en 1986 bajo la sombre de Pinochet. Su letra dice: si quieres ser occidental de segunda mano / ¿Por qué no te vas? / Si tu apellido no es González ni Tapia / ¿Por qué no te vas? ¿Por qué no se van no se van del país? Ya hasta les abrieron de nueva cuenta Mexicana de Aviación, con preciso bastante bajos. Si todas estas personas prefieren escupir su resentimiento, mejor háganle un favor al país y váyanse. Vuelen lejos y vivan en el paraíso que se merecen. Dejen a los demás construir un modelo de convivencia donde quepa la diferencia, pero no la mala baba.