Esta nueva estrategia de EEUU enfocada en el Indo-Pacífico, que incluye una mayor presión diplomática a sus miembros para adoptar una postura más hostil hacia China, y el aumento de simulacros y ejercicios militares con naciones en la zona, provocó que el diario británico Financial Times se preguntara si Washington quería convertir a la región en su nuevo «patio trasero».
Estados Unidos aprueba la venta de F-35 a Corea del Sur por 5.000 millones de dólares
El país asiático recibiría 25 aviones de combate F-35. La información fue confirmada por el portal ‘Bloomberg’. Pese al anuncio, el acuerdo todavía requiere del visto bueno del Congreso norteamericano, por lo que las aeronaves militares podrían tardar años en llegar a Seúl.
Según consigna el medio estadounidense, el contrato que sustenta este intercambio entre Washington y Seúl está valuado en 5.060 millones de dólares e incluye, además de las naves de combate producidas por la compañía Lockheed Martin Corp. motores, equipos de comunicaciones y soporte.
La venta «aumentará el inventario operativo de aviones de Corea del Sur y mejorará su capacidad de autodefensa aire-aire y aire-tierra», dijo la Agencia de Cooperación para la Seguridad de la Defensa estadounidense, según consigna Bloomberg.
«Corea del Sur ya tiene F-35 en su inventario y no tendrá dificultades para absorber estos artículos y servicios en sus fuerzas armadas», añadieron.
Vale recordar que hace menos de un mes el presidente de EEUU, Joe Biden, recibió al primer ministro de Japón, Fumio Kishida, y al presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-Yeol, en la casa de descanso Camp David, sede de numerosas reuniones diplomáticas de alto nivel en la historia norteamericana, para lanzar una alianza tripartita enfocada en frenar el avance global de China, una de las mayores preocupaciones geopolíticas de Washington de los últimos años.
Los mandatarios firmaron durante la cumbre varios acuerdos de seguridad y anunciaron en el documento posterior a la reunión el inicio de una «nueva era de cooperación trilateral».
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de la República Popular China, Wang Yi, advirtió el año pasado que este accionar de EEUU solo busca asediar al gigante asiático y hacer que los Estados presentes en la región Asia-Pacífico actúen como peones de la hegemonía estadounidense, pero aseguró que se trata de una estrategia que está condenada a fallar. Sputnik