El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia advirtió que el suministro de armamento británico y estadounidense con uranio empobrecido a Ucrania puede provocar la contaminación de los suelos de ese país a largo plazo, con riesgo de quedar inhabitable.
En un artículo publicado en el periódico Komsomólskaya Pravda, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, alertó: “La contaminación del suelo por radiación ya está ocurriendo y está siendo objetivamente registrado.»
Precisó que el uso de municiones con riesgos de contaminación tan altos también podría afectar a países vecinos como Polonia.
En ese sentido, ejemplificó que, a principios de mayo pasado hubo un aumento significativo en la radiación en suelo polaco, igual que en la región de Jmelnitski, en Ucrania (pasó de 80 nanosieverts a 140-160 nanosieverts), e instó a los ucranianos a que soliciten que dichas municiones sean retiradas de su territorio.
Afirmó que en el caso polaco la causa es probablemente la misma que en Ucrania: la explosión de munición de uranio empobrecido depositada en un almacén de la referida ciudad-región.
Entre otros datos, Zajárova recordó que el Parlamento de Italia, país cuyo Ejército participó en la agresión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra Yugoslavia (1999), publicó en 2015-2017 un informe sobre daños causados por el uso de uranio empobrecido y torio radiactivo entre militares italianos.
La vocera manifestó que, según ese informe, de 7.500 efectivos expuestos a sustancias tóxicas y radiaciones, 372 murieron (una persona de cada 20, con 5 por ciento de letalidad). «Y murieron de insoportables complicaciones cancerígenas», subrayó.
El 25 de abril último, Reino Unido admitió que entregó municiones de uranio empobrecido a las tropas de Kiev. Estados Unidos (EE. UU.), por su parte, intentó restarle importancia a esos suministros al afirmar que su uso era común.