*Deseamos que Deje de Encabezar las Agendas Electorales de sus Corcholatas
*Evitar que Siga Violando las Leyes y Atacando sin Piedad a sus Adversarios
*La Senadora Gálvez lo Desquició, lo que se Nota en sus Sermones Mañaneros
*Para su Desgracia, Miles ya la Conocían y Saben que Ella es Auténtica
*¿Por qué no Habla de las Empresas Fantasma que ha Favorecido con Recursos Públicos?
*Queremos que se Calle, se Ponga a Trabajar, use Lenguaje de Estadista y no de Cantina
ALBERTO F. MENA MALLÉN
Si, sí, sí. Muchos mexicanos queremos que se calle para que ya no emita palabras de odio, de rencor, de división, de mentiras, de ataques utilizando el poder del Estado en contra de sus adversarios y de mucha gente, de burlas, de protección hacia los suyos, de trampas; queremos que hable de los problemas que enfrentan los mexicanos todos los días y sus soluciones y que sea empático hacia los desprotegidos y de quienes ha lastimado durante su gobierno.
Queremos que se calle, guarde silencio, que mantenga la boca cerrada en sus mañaneras o que las desaparezca, o en sus videos de las redes sociales, que actúe como un jefe de estado y no como un dirigente político que encabeza las agendas electorales de sus corcholatas, para evitar que siga violando las leyes, sobre todo que ataque sin piedad a sus adversarios, deseamos que hable de sus logros, errores, promesas e incumplimientos, como el acabar con la inseguridad, la impunidad o de que tendremos un sistema de salud como el de Dinamarca, o que hable de sus programas que no han dado el resultado que exige la sociedad.
La senadora Xóchitl Gálvez lo desquició, lo que se nota cuando ininterrumpidamente la menciona en sus sermones de cada mañana, y más que, sin importarle el violar leyes y normas, la ataca utilizando datos que deben de ser privados y no públicos como él lo hizo para tratar de frenar a la que podrá ser la candidata de la oposición y que sea percibida como algo que, según sus palabras, no es como ella se pinta, pero para su desgracia, miles de mexicanos ya conocían a la hidalguense y saben que es auténtica y no un disque presidente que no actúa como tal.
Y todavía acusa de que es el presidente más atacado en la historia de México, cuando él mismo ha sido materia para que sea señalado como un mandatario que quiere ser un autócrata, que no desea que nadie le estorbe, que busca desaparecer a instituciones que le incomodan en su proyecto de la 4T y que lo hace a través de cientos de mentiras que son conocidas por la terca realidad.
Un ser que mantiene una oscuridad en las cifras que se ha gastado en sus magnas obras y de muchas otros más, incluyendo lo destinado a la Secretaría de la Defensa Nacional, hacia donde ha canalizado multimillonarios recursos públicos que permanecen en secreto para que no se conozca su mal uso, que tal vez se destinen a las campañas de sus corcholatas, quienes se hacen de la vista gorda cuando se les pregunta el monto de lo erogado en espectaculares.
Por qué no habla de todas las empresas fantasmas que se han encontrado a las que se les ha destinado millonarios recursos, mismos que se desconocen en qué se han aplicado y el por qué reduce presupuesto a cientos de programas, que con el pretexto de la corrupción o de son muy caros lo realiza, pero se desconoce hasta la fecha si hay sanciones para quienes han utilizado este método para sustraer recursos hacia otros fines que no son los sociales o públicos.
Queremos que, en lugar de distraer la atención de los mexicanos con ataques verbales, calificativos que no debería de utilizar un mandatario, se ponga a trabajar, tal y como se lo recomendó la senadora hidalguense Xóchitl Gálvez, en lugar de perder el tiempo en sus peroratas y que mejor cierre la boca cuanto antes, aunque utilice su técnica verbal para cambiar el enfoque de que lo quieren silenciar.
Le piden que sea respetuoso, que sea ecuánime, que busque un lenguaje de un estadista y no la de un peleonero de cantina que quiere sacar provecho de su poder, pero, cuando ya se le quite, entonces verá lo que es bueno, como él lo ha señalado con presidentes anteriores que no se la acaban cuando los tildan de rateros, de pésimos mandatarios, de generar violencia y abusivos también del poder que les da la silla presidencial. Con usted ya se adelantaron los términos incómodos.
Queremos que hable sobre cómo se revertirá la militarización en la que tiene sumido a México y que les quite prebendas a lo que no estaban acostumbrados, para que se dediquen a lo suyo, a cuidar la seguridad nacional para que ataquen al crimen organizado que anda de fiesta por todo el país generando muerte y destrucción entre la ciudadanía.
Deseamos que explique el por qué no apoyó a las policías estatales y municipales y por qué solo a la Guardia Nacional, que no puede con la tarea de pacificar al país al igual que las Secretarías de la Defensa Nacional y la de Marina, que juntos andan apagando fuegos por todos lados del territorio nacional. Debe autorizar que las fuerzas militares busquen a través de la inteligencia, la que no ha sido muy efectiva, para evitar los actos de terrorismo que han cometido los delincuentes y que han ocasionado muertes de civiles, de militares y servidores públicos.
En fin, hay muchas dudas y muchas preguntas que aún no tienen respuesta, y de eso, deberá hablar YSQ y evitar la desunión y la desconfianza de los mexicanos hacia su gobierno y hacia quienes lo acompañan en su llamada transformación, que hasta ahora si lo ha hecho, pero para que los mexicanos se den cuenta de que debemos transformarnos para ampliar la democracia, las libertades, el desarrollo de cada uno de los mexicanos, para que muchos de ellos dejen de ser pobres.
Debemos entender que sin participación ciudadana se le deja el espacio libre para que haga y deshaga con el país y con la población, que pronto se dará cuentas de que Andrés Manuel López Obrador, aún sigue siendo un peligro para México, tal y como lo afirmaron antes de que ocupara la Silla del Águila.
fermallen@gmail.com
el ímpetu que tienen muchos ciudadanos con la aparición de alguien que puede enfrentarse al tabasqueño, sin insultos, sin mentiras y con realidades.
