Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Frente a miles de asistentes, como le gusta, afirmó que antes de finalizar su mandato, la violencia cederá y México volverá a vivir en paz.
¡Me canso ganso!
Y el respetable -no todo- ovacionó al pacifista que ha fracaso en 4 años y 7 meses al aplicar su política de “abrazos y no balazos”.
Personaje de muchos gritos, muchas gesticulaciones, mucha manipulación, si sitúa en su hábitat natural: la plaza pública.
Desde ahí miente, como lo hace cotidianamente en sus monólogos matinales.
Su compromiso de pacificar el país, proviene desde su campaña y en su toma de posesión lo ratificó frente a su antecesor que sudaba copiosamente durante la ceremonia de investidura.
Sin embargo, no ha cumplido.
Y cuando garantiza que la paz llegará, engaña.
Junio, conforme a los datos oficiales actualizados por el Gabinete de Seguridad federal que encabeza la secretaria Rosa Icela Rodríguez, se convirtió en el más violento del año.
Con 76. 7 homicidios dolosos cada 24 horas, lo que arrojó un acumulado de 2 mil 303, la totalidad, hasta el pasado viernes -y contando- rebasó las 161 mil 312 muertes con violencia.
El jueves de la semana pasada, cuando 16 empleados administrativos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana del gobierno de Chiapas, cuyo gobernador Rutilio Escandón se suma al mundo bizarro en el que habita el ganso, desde su púlpito guinda surgió la “amenaza” al dirigirse a los secuestradores: déjenlos en libertad, sin ninguna condición o de lo contrario los voy a acusar con sus abuelos y sus papás.
Las carcajadas encontraron eco en el Cañón del Sumidero.
Los números, aún los oficiales, no mienten. Concediendo sin aceptar que la cifra se apegue a la realidad por los informes de las fiscalías estatales, lo cierto es que la cifra negra podría incrementar notablemente la cantidad.
Quizá el problema del huésped temporal de Palacio Nacional radique en que es incapaz de admitir sus fracasos. La inseguridad que produce la violencia, está presente y no implica que sea un honor para nadie. Pero se ignora, se miente, se engaña con promesas incumplidas y que, a estas alturas de su gobierno, se antoja poco menos que imposible vencer a los criminales que no se tientan el corazón, porque carece del órgano y aun así encuentran la defensa presidencial que pide sean tratados como “humanos”, porque tienen derechos.
Si por arte de magia lograra reducir la violencia, la inseguridad y los homicidios dolosos, se estaría confirmando lo que Porfirio Muñoz Ledo hizo público: el pacto con los criminales lo que originado un narcoestado.
¿Por qué en 43 meses no ha frenado los homicidios dolosos que tienen una línea ascendente que parece imparable?
Por lo que se dice, nadie lo confirma con documentos fehacientes, la manga ancha se debe a las “buenas relaciones” con los integrantes del Cártel de Sinaloa. Si en solamente 12 meses logra lo prometido, dejará la duda: ¿por qué no actuó antes?
Hay que decirlo sin tapujos: el ganso está cansado y solamente servirá para hacer paté y enlatarlo.
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