El Congreso no declaró la guerra a Rusia, pero autorizó el uso de fuerzas de EEUU contra ella

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha violado la Constitución al enviar equipos y soldados a Ucrania para luchar contra Rusia, afirma el columnista estadounidense Andrew Napolitano en un artículo para ‘Washington Times’.
«¿Acata el Congreso la Constitución? ¿La acata el presidente? Las respuestas a estas preguntas son obvias. Hemos confiado la Constitución en manos de políticos deshonestos y corruptos que la ignoran. La consecuencia ha sido la muerte de inocentes, una deuda interminable y la pérdida de la libertad personal de innumerables personas», declaró Napolitano.
El columnista explicó que el Congreso de Estados Unidos no tiene derecho constitucional a declarar la guerra a Rusia, ya que no hay razones militares para hacerlo. Sin embargo, el Poder Legislativo facultó al presidente para emprender guerras no declaradas, como ocurrió en Afganistán e Irak. El Capitolio, según Napolitano, dio a Biden 113.000 millones de dólares y «le autorizó a gastarlos en equipamiento para Ucrania».
Además, añadió, EEUU envió en secreto soldados estadounidenses junto con el equipo para que lo manejen.
«No sabemos cuántas tropas estadounidenses hay en Ucrania, ya que no llevan uniforme y su paradero es secreto. Lo que sí sabemos es que participan en las hostilidades, ya que gran parte del material que ha enviado Biden requiere conocimientos técnicos estadounidenses para su funcionamiento y mantenimiento,» destaca.
Según Napolitano, la Resolución sobre los Poderes de Guerra de EEUU, que permite guerras presidenciales limitadas, pero exige la notificación presidencial al Congreso del uso de la fuerza militar estadounidense, es inconstitucional porque consiste en que el Congreso cede una de sus funciones básicas: declarar la guerra.
Agrega que no sería sorprendente si Biden da un aviso de la Ley de Poderes de Guerra a la llamada Banda de los Ocho, conocida como el Congreso dentro del Congreso. Está formada por los presidentes y miembros de mayor rango de los comités de Inteligencia de la Cámara de Representantes y del Senado y por los líderes republicanos y demócratas con los que el presidente comparte secretos.
Del mismo modo que el Congreso no puede delegar sus poderes bélicos al presidente, tampoco puede delegarlos a la Banda de los Ocho.
Napolitano hace hincapié en que el concepto de la Banda de los Ocho es antitético a los valores democráticos, pues se les informa de cualquier acto de violencia que esté tramando el presidente se hace bajo juramento de secreto.
«¿Qué clase de democracia opera y asesina en secreto?», se pregunta el columnista estadounidense.
Los tratados en los que Estados Unidos es parte limitan sus acciones bélicas a las necesarias, defensivas y proporcionales. Así, si una potencia extranjera está a punto de atacar, el presidente puede atacar primero. Sputnik.
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