China, Estados Unidos y México Tensan Sus Vínculos por Abuso de la Mortal Droga

*En el Vecino País no han Admitido que México no Tenga que ver en la Producción

*En los Diarios se Publicaron Fotos de los Laboratorios Encontrados por el Ejército

*Poco Después Detuvieron a Ovidio Guzmán Alias “El Ratón” Para ser Extraditado

*AMLO Admitió que se Descubrió un Cargamento en el Puerto de Lázaro Cárdenas

 

 

GERARDO LAVALLE

 

Con un tercio de la población de Estados Unidos, 331.9 millones hasta 2021, México con 126.7 millones en el mismo año, registra la muerte de “más de 30 mil personas” anualmente a causa del consumo de fentanilo. En el vecino país se estimó para el año pasado una cifra de 106 mil fallecidos por la ingesta de la mortal droga.

Allá se admite que se trata de “una emergencia sanitaria”. Aquí apenas se difunden spots producidos y avalados por la Secretaría de Gobernación en los que se reconoce que “los nazis” les daban fentanilo a sus soldados para pelear y aquí a los trabajadores para que “cumplan largas jornadas”.

México se volvió una nación sobre cuyo territorio, gobierno y autoridades estatales, se fijaron los ojos por la alta producción y exportación del letal opioide a manos de grupos criminales encabezados por los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación. No obstante, su gobierno, ha negado permanentemente que en este país se produzca fentanilo y ha sostenido que su ingreso a Estados Unidos es por su “frontera norte”. Sin embargo, la reiterada postura del presidente Andrés Manuel López Obrador, el 15 de febrero, durante su conferencia matinal, mostró una gráfica en la que se reflejan accionas de las fuerzas armadas que, días antes -sin precisar la fecha- localizaron y aseguraron dos laboratorios para producir fentanilo y metanfetaminas ubicados en Sinaloa con un valor de 12 mil 331 millones de pesos. 

De acuerdo con el mandatario, los laboratorios se encontraron en los municipios de Culiacán y Pueblos Unidos, y uno de ellos es el segundo más grande que se ha asegurado al crimen en la actual administración.

Días antes de la llegada del presidente Biden y del premier canadiense Trudeau, el 6 de enero fuerzas especiales de la Marina Armada de México, aprehendieron a Ovidio Guzmán, “El Ratón” a quien extrajeron de la comunidad de Jesús María, municipio de Culiacán. Durante la captura fallecieron 10 militares -todos paracaidistas- y 19 delincuentes, en el enfrentamiento sostenido y en el que fue necesaria la participación de un helicóptero Blackhawk, desde el cual salieron las ráfagas que semejaban una lluvia de Leónidas. 

A partir de esa fecha, las fuerzas armadas “encontraron” 16 laboratorios clandestinos en Sinaloa, Sonora y Chihuahua. El secretario de la Defensa, Luis Crescencio Sandoval informó que los decomisos de fentanilo, sus precursores y las pastillas se incrementó en 1.079 por ciento respecto de la pasada administración.

El 9 de marzo, llegó a México la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Liz Sherwood-Randall, para entrevistarse con el presidente Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional. Ahí se acordó establecer la estrategia para combatir la producción y el trasiego de fentanilo que exportan los grupos criminales mexicanos hacia Estados Unidos con el objetivo de “romper las cadenas” que utilizan en el ilegal negocio.

EL FENTANILLO LLEGA

DE CHINA, ACUSA AMLO

Tratando de hacer valer su verdad, de que en México no se produce fentanilo, el presidente López Obrador envió una carta el 22 de marzo al Jefe de Estado Chino, Xi Jinping, en la que solicitaba: “…por ejemplo, sería un apoyo inestimable contar con información sobre quiénes importan esta sustancia; en qué cantidad; en qué embarcaciones; cuándo sale de los puertos chinos; a qué puertos mexicanos llega y el tipo específico se sustancia”. A través del Ministerio chino de Asuntos Exteriores de China, llegó la respuesta: “Estados Unidos debe afrontar sus propios problemas”. Confirmó que “no existe el llamado tráfico ilegal de fentanilo” entre ambos países”.

Al hacer pública la postura china, López Obrador anunció que su gobierno quiere establecer comunicación con el de China y esto lo está haciendo ya el secretario de Relaciones Exteriores, para tener una respuesta clara. Tenemos que saber dónde se produce el fentanilo. Si no se produce en China, ¿en dónde se produce?”.  La narrativa de la negación se mantuvo.

El 5 de mayo, Día de la Batalla de Puebla –“las armas se cubrieron de gloria”: Ignacio Zaragoza informe al presidente Juárez-, ciudad a la que acudió el presidente, se llevó a cabo su conferencia matinal y lanzó la “noticias sorpresa”: 

“Ya tenemos las pruebas. Un cargamento llegó de un puerto de China, un contenedor, al pueblo de Lázaro Cárdenas, Michoacán. Entonces se hizo todo el análisis y muy respetuosamente vamos a enviar esta información con la misma solicitud, de que nos ayuden a informarnos cuando salgan estos químicos y si es posible que ellos impidan que estos químicos salgan de sus puertos. Que solo se permita que salgan sustancias o fentanilo para fines médicos”. 

El almirante Rafael Ojeda, informó que el cargamento “estaba contaminado con fentanilo y con metanfetaminas”.

En el mismo evento, desmintió categóricamente los reportajes publicados en rotativos y televisoras inglesas y reproducidos por el periodista Ciro Gómez Leyva, en los que se exhibe cómo en México se produce fentanilo.

“Todo lo que vemos ahí es la producción de metanfetamina. Miren no tiene protección, si fuera fentanilo se muere”, dijo.

DISTINTAS ÓPTICAS.

MISMO PROBLEMA

Mientras la narrativa presidencial se sigue manteniendo  y niega toda la información proveniente de cuando menos cuatro agencias de Estados Unidos: DEA, ATF, ICE y FBI, en la que se demuestra la participación de los criminales “profesionales” en la producción de fentanilo con precursores provenientes de China, el Departamento de Estado y la Secretaría de Seguridad Nacional, cuyos titulares, Antony Blinken y Alejandro Mayorga, cuentan con reportes que confirman lo que las agencias informan.

El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, afirmó que el desafío del fentanilo viene del crimen organizado y existe en los Estados Unidos y en México.

La declaración contrasta con las afirmaciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha asegurado que México no produce fentanilo, sino que es importado de China.

En comunicado emitido por la embajada estadounidense en nuestro país, el representante de la Casa Blanca sostuvo que es un problema y una realidad global que se debe combatir en alianzas regionales.

En su mensaje, Salazar dijo que el gobierno de su país combate a los cárteles de Sinaloa y Jalisco que operan en los Estados Unidos, lo que ha dado como resultado más de mil 300 arrestos en el último año.

Según sus estadísticas, los operativos han permitido incautar cerca de 193 millones de dosis mortales de polvo y píldoras de fentanilo; casi ocho mil 500 armas de fuego; más de 100 millones de dólares y 91 mil libras de metanfetamina (41 mil kilos).

En los Estados Unidos, seguiremos combatiendo a los cárteles y a los criminales que llevan las drogas sintéticas, junto con dolor, muerte y violencia a nuestras comunidades. También seguiremos fortaleciendo los esfuerzos integrales para prevención y tratamiento, dijo el embajador.

LA ÚLTIMA Y 

NOS VAMOS

La semana pasada los presidentes de México y Estados Unidos sostuvieron una larga conversación telefónica en la que abordaron tres temas fundamentales.

De acuerdo con informaciones oficiales, que se distinguieron por la brevedad, los mandatarios intercambiaron opiniones sobre migración.

En su cuenta de Twitter, el mexicano posteó: “Conversamos alrededor de una hora con el presidente Biden y reafirmamos el compromiso de seguir trabajando juntos en temas como la migración con dimensión humanista, el tráfico de drogas y armas y, sobre todo, en cooperación para el bienestar de los pueblos más pobres de nuestro continente

El trasiego y consumo de drogas, en especial de fentanilo, mereció especial atención. Sin embargo, no se difundió nada de lo acordado sobre el tema que, al presidente de Estados Unidos, preocupa sobre manera sobre todo ahora que ya es aspirante a la candidatura presidencial para lograr su reelección.

además de la cooperación para el desarrollo regional.

Seguramente la “cooperación” en este tema será ampliada aunque el mexicano no acepte y, con pronóstico reservado, la DEA mantiene el ritmo para aprehender a los tres hermanos de Ovidio Guzmán por los que se ofrecen recompensas hasta por 10 millones de dólares.

MÉXICO Y LA

LÍNEA DE LA VIDA

Mientras en Estados Unidos se planifica el combate a las adicciones, principalmente de fentanilo, en México se desconocen los programas de salud pública.

Todo se remite un slogan: si lo necesitas, llama a la Línea de la Vida.

Ello no ha evitado y tampoco la negativa de que en el país se produzca el fentanilo con precursores chinos que llegan por Manzanillo, se registren 30 mil muertes anuales, según los spots de la Secretaría de Gobernación y que se difunden profusamente en las estaciones de radio de todo el país.

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