POR ARGENTUM
Sea la razón que sea, la oposición no debe permanecer en profundo silencio. La política debe hacerse a todas horas, todos los días. La llamada oposición, exceptuando algunas declaraciones de bajo impacto, permanece inamovible; sin dar color. El argumento que utilizan es que iniciarán su activismo hasta después que hayan concluido los procesos electorales en los estados de México y Coahuila. Pero no explican por qué tienen que esperar. Se pueden realizar actividades de posicionamiento sin violentar las leyes electorales.
Cuando la oposición defina quienes van a ser sus candidatos, no será nada fácil quitar la idea de la mente de la gente, principalmente en los jóvenes, que los partidos de oposición están jugando un papel secundario, marginal. Que no asumen la responsabilidad de cumplir con sus seguidores con la representación social en los tiempos electorales. A la oposición no les será nada fácil diseñar una agenda político-electoral, lo suficientemente atractiva como para despertar el interés de los votantes en lo que queda para iniciar el proceso electoral. El tiempo destinado para las campañas electorales es demasiado corto. De lo contrario, no se ve cómo alcanzar a las corcholatas que han caminado en busca de la aceptación popular desde mucho tiempo atrás.
Por otra parte, resulta extraño que al presidente le hayan agarrado las prisas por la sucesión. De pronto, le sugirió al líder de Morena que apresure la publicación de la convocatoria para la selección interna de quienes anhelan colocarse la banda presidencial sobre su pecho.
Se especuló que lo hizo pensando en su salud. Pero, desde que se reincorporó a sus cotidianas labores después
váguido, como él mismo lo calificó, se le ha visto rebosante de vigor. Ha permanecido parado por tres horas en su mañanera, fue a Puebla a presidir la celebración de la Batalla de Puebla; y no presentó ningún signo de agotamiento.
Entonces, ¿cuál podría ser la urgencia de publicar la convocatoria para seleccionar a la corcholata que deba competir en la elección constitucional?
Claudia Sheinbaum ha permanecido como líder en las mediciones la mayor parte del tiempo desde que fue seleccionada como tal hasta la fecha. ¿La urgencia del mandatario de apresurar las cosas antes que ocurra algo que modifique su trayectoria y la haga descender?
Si esa fuera la intención, se estaría replicando lo que hacen los presidentes de la República: dejar en su lugar no al más capaz sino a quien puedan seguir manejando a conveniencia.
El presidente se da cuenta que la jefa de Gobierno no desciende. Permanece en una línea horizontal: ni sube ni baja.
Además, resultaría interesante saber por qué, a pesar que la ciudad de México es una urbe con muchos problemas, muchos de ellos sin solución inmediata; a la mandataria permanece estable en la aceptación de la gente.
También vale la pena anotar que López Obrador ha deslizado la idea de que podría prescindir de la encuesta y formar una candidatura de unidad. Nadie de las corcholatas quedaría conforme con los resultados. Claro, el ganador opinaría diferente.