ALFREDO MEJÍA MONTOYA
A escasos diecisiete meses de la culminación de una de la más sorprendente, atípica y de grave despilfarro de dinero público en la época contemporánea del presidencialismo, el titular del ejecutivo está dejando muchas dudas de una continuidad congruente con las necesidades económicas, salud, seguridad, migración, organismos autónomos del país. Y también quedarán demasiadas tareas y promesas de campaña no atendidas. ¿Quién hará limpieza en Palacio Nacional?
Incumplimiento de promesas de campaña, su lema de ese entonces en el sentido que el partido oficialista tenia a modo de ética el “no mentir, no robar, no traicionar al pueblo” se desquebrajo, se derrumbó en las primeras acciones de gobierno de López Obrados, precisamente porque él resultó ser el primero en violentar esa ideología, mintiendo y engañando al pueblo en cada una de las matinales.
No es óbice considerar por qué modificó su plan de ética que compartía en su entonces campaña que le dio el triunfo electoral. Condiciones que por el momento ahora mismo no están dadas para repetir otro periodo. El Pueblo precisamente, le reclama y con justa razón al lioso, despilfarrador, cínico y beligerante López. Seguramente pasará a la historia como uno de los peores presidentes que ha tenido México, pero eso sí, el número uno en mentir, traicionar y despilfarrar el recurso público de los contribuyentes. Además de construir obras no sustentables a mediano ni largo plazo.
López se siente cómodo en su estructura totalitaria haciendo el país de un solo hombre, contrario a otras administraciones, aún con más tintes dictatoriales y represivas. Sin embargo, no ha podido controlar su ímpetu de pretender más poder.
Tampoco ha logrado controlar al Poder Judicial de la Federación PJF y simplemente usa su beligerancia para opinar de un poder que no se ha sometido a sus caprichos.
Independientemente de que el máximo tribunal de la nación con base en sustentos jurídicos y constitucionales ha declarado la inconstitucionalidad de las reformas que ha pretendido López, al pretender reformar con cuestiones legales una ley constitucional, cuando no tiene la mayoría calificada para esos efectos. La SCJN simplemente ejerce su función de dilucidar cuestiones de constitucionalidad y así se ha pronunciado en las ejecutorias que versan sobre energía e hidrocarburos, así como la última de la Guardia Nacional. Al grado de que López dentro de su coraje en las matinales les ha llamado corruptos, neoliberales, que resuelven las controversias de una forma política y no jurídica, qué va a saber López Obrador de la procedencia o no de la constitucionalidad o inconstitucionalidad de una norma, si confunde las leyes secundarias con la Constitución, considerando que tienen y son del mismo rango.
Qué país entregará al finalizar su mandato. Nunca hubo estrategias de nada en cada una de sus políticas públicas y solo su beligerancia lo ha mantenido a flote al ofender a medio mundo, buscar pleitos con los Estados Unidos, que cuando le contestaron, le probaron que en México si se manufactura y produce el fentanilo, y la protección que les da a los cárteles de la droga, principalmente al de Sinaloa, lo pone bajo sospecha de que tiene acuerdos en lo oscurito y a la luz del día con ellos, los llamados Chapitos del Cártel de Sinaloa. ¿Qué ha obtenido a cambio López Obrador de esos acuerdos?
Por otro lado, las consecuencias no se hacen esperar desde el principio de su mandato, como: el inequívoco trato a los empresarios de México y del extranjero, que provocó un parón en la economía doméstica; la política migratoria es un desastre, desde el principio a la fecha, con costo presupuestal; la confrontación con altos ejecutivos de carácter federal de USA, en materia del tráfico de drogas, como la producción de fentanilo; los señalamientos de la DEA de que López Obrador en una actitud sospechosa no combate a los cárteles de la delincuencia organizada, medularmente al de Sinaloa, sospecha muy peligrosa y desalentadora; en materia económica, haciendo caso omiso del artículo 25, constitucional; la promesa de campaña de crecer al 6% y se llevan 4 años de PIB negativo en su contexto; el aumento exponencial de los crímenes dolosos; la deficiente seguridad civil que prevalece en todo el país; la disminución criminal de los servicios de salud que debe prestar la Federación; la derogación formal del INSABI mediante reforma de ley; la virtual pérdida de la Secretaría de Turismo y Fonatur, con la creación de la empresa turística y una línea aérea de SEDENA; . . .
Lo anterior son solo parte de los problemas, promesas y políticas públicas que se quedarán para la siguiente administración, si es que el partido oficialista entiende lo que significa continuidad, sea quien fuere, aun siendo de la Oposición.
Un gravísimo problema será el presupuesto ya ejercido o el subejercicio criminal que se tuvo en los dos primeros años de gobierno, dando un parón a la economía doméstica.
Si observamos, cada vez más se le otorgan más facultades, atribuciones y competencias a la Secretaria de la Defensa Nacional, SEDENA, inmiscuyéndose en actividades propias de la iniciativa privada.
En todos los casos, el problema será el presupuesto de egresos, alcanzará el mismo o se sigue acrecentando la deuda pública.
¡Ultima Hora! El país entero se enteró que el 21 del presente el inquilino de palacio, López Obrador dio positivo de contagio de COVID-19. Al menos, ese es el parte oficial, lo que dudamos de que efectivamente así sea, ya que para la actitud del presidente de la República siendo tan protagonista como lo es, no ha actuado con esa característica, ni victimizarse de todo lo que le acontece. Esperemos salga pronto y no culpe a los conservadores, corruptos, aspiracionistas, clase media, ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de los males que le aquejan a su persona en materia de salud. Esperemos que no y al país le vaya bien con todo el esfuerzo de los mexicanos.
A2m8m@yahoo.com.mx freedomm