¿Colorín Colorado…?

Punto de Vista

Por Jesús Michel Narváez

Todo indica que la ministra Yasmín Esquivel Mossa se quedará en pasante… no pasó la prueba del ácido: titularse con una tesis propia y con dignidad.

Se dirá en Palacio Nacional que hay una campaña en contra del gobierno de México y los medios conservadores utilizan el caso del plago de tesis del que ha sido acusada, y comprobado el hecho, de la hoy partícipe del Pleno del Poder Judicial de la Federación.

Como de costumbre, surgirá el prurito de la honestidad valiente -la cobarde la dejó en el pasado que no quiere recordar- y de la calidad moral para gobernar, por las cuales no se admite ningún acto de corrupción y menos entre los integrantes de la cuarta transformación. Sin aportar pruebas, tratará de insistir en revirar los hechos, en cambiar la narrativa y con ello demostrar que la plagiaria fue plagiada y, por tanto, el que debe perder el título es Edgar Ulises Báez.

Al conocerse que la UNAM decidió despedir a la revisora de tesis y sinodal de la todavía ministra de la Corte, la “afectada” presumió en el noticiero de Joaquín López Dóriga, que es una maestra en derecho laboral y por tanto demandará a la UNAM por “despido injustificado”. Se advierte que se las sabe de todas, todas en la materia y que, por tratarse de la “maistra” de la entonces joven Yasmín Esquivel, encontrará el respaldo de María Eugenia Navarrete Rodríguez, presidenta de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje nombrada por la secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa Alcalde Uranga porque, para esos sirven las influencias y las amistades. La despedida, Martha Rodríguez Ortiz, admitió haber “circulado” el trabajo inicial de su protegida, Yasmín Esquivel, a diversos alumnos para que “tomaran información y elaboraran sus tesis”.

Entonces, hay un delito que perseguir: la tesis para titularse es una presentación de autoría personal, creativa, documentada con información de autores anteriores y a los que se otorga el crédito. Es decir, la tesis aún en borrador, no es un documento para compartirlo. ¿Cuánto obtuvo de utilidades quien teniendo en su poder un avance de trabajo -muy adelantado en tiempo, por cierto- lo distribuyó a otros alumnos?… ¿en cuántos casos en tratándose de otros adelantos hizo lo propio? Se llama robo intelectual.

Por la noche de ayer, alumnos, investigadores, académicos, consejeros de la UNAM, emitieron un comunicado en el que exigen, es el vocablo utilizado, que la Rectoría y el Consejo Universitario retiren el título de abogada a la exalumna Yasmín Esquivel Mossa, por haberlo obtenido de manera fraudulenta.

La doctora en derecho e investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, Alicia Elena Pérez y Noroña, sostiene que “ese título fue obtenido de manera ilícita porque se plagió una tesis y por lo tanto el título no debe considerarse válido (…) se le debe retirar por falta de cumplimiento de los requisitos esenciales para poder titularse y la tesis es uno de ellos, ya se reconoció que fue plagiada la tesis, ya se corrió a la directora de tesis, no puede ser posible y es ilógico desde el punto de vista jurídico que la tesis misma y el título que es consecuencia de esa tesis sea válido”, le dijo a la periodista Azucena Uresti.

Si el Consejo Universitario actúa en apego a las normas de la UNAM, estaría obligado a atender el reclamo de la comunicad universitaria. No se trata, de ninguna manera, de un ataque en contra de la todavía ministra. El error de juventud, como lo calificó su licenciado, que no abogado, defensor, tuvo un costo de pecado original y ahora debe pagar los intereses por engañar, mentir, proferir agresiones y defender un acto indefendible que, sabe, lo cometió y, sin mostrar síntomas de senilidad, no hay forma de justificar su sobrada soberbia.

Si las autoridades universitarias, en uso de las facultades surgidas de la autonomía otorgada en 1929, actúan correctamente tranquilizarán a la comunidad, no solamente que la que integran quienes ahora estudian, sino a todos los egresados y se evitará que miles salgan a las calles y demuestren que el puma no está dormido.

Y la decisión, la de retirar el título, será una respuesta a la exigencia del presidente López y se le mostrará que en la UNAM nadie de llama Poncio y menos se apellida Pilato. 

Y se cerrará el refrán: este cuento se acabó. Adiós pasante de derecho, adiós encumbrada mujer.

E-mail: jesusmichelmp@htmail.com, jesusmichelnarvaez266@gmail.com, Facebook Jesus Michel, Twitter @msionpolitica y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por Radio Cañón en el 760 de amplitud modulada.

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