Sin Participación de Partidos Políticos, La Sociedad Salió a Defender al INE

*Miles de Ciudadanos Libres Acudieron a la Convocatoria

*Sin Acarreados, no Hubo Tortas ni Refrescos y Basura

*Las Consignas: El INE no se Toca y Defiendo al INE, en Coro

*El Himno Nacional Arrancó del Pecho de Miles de Personas

*Los 8 Carriles de Reforma, del Ángel al Caballito, Repletos

*La Fiera Herida de la Ciudad de México Calculó 10 mil a 12 mil

 

JESÚS MICHEL NARVÁEZ

 

La sociedad civil despertó de su letargo y con miles de personas ocupó durante 3 horas los ocho carriles de Paseo de la Reforma y en momentos las laterales y banquetas. 

La Plaza del Monumento a la Revolución, avenida de la República, Lafragua, Gómez Farías y Vallarta, completamente a reventar.

Con las consignas: “Sí, a eso vine a defender al INE por eso estoy aquí…”, “El INE no se toca… no somos uno ni 10, somos miles, cuéntanos gobierno”, los marchistas partieron del Ángel de la Independencia hasta llegar a El Caballito. Las filas de 20 personas se multiplicaron hasta hacerse miles.

Sin embargo, el gobierno de la Ciudad de México, como fiera herida, reconoció la presencia de “entre 10 y 12 mil manifestantes”. En otras 50 ciudades se realizaron marchas en defensa del INE y concentraron a miles de ciudadanos.

En la Ciudad de México, parejas de adultos mayores, algunos en silla de ruedas y jóvenes, todos con playeras, camisas rosa y blanco, en cuyos frentes y espaldas se leía la leyenda: “EL INE no se toca”, caminaron desde las 10 de la mañana hasta las 13 horas, cuando ya no pudieron avanzar. 

En diversas ocasiones los ciudadanos cantaron el Himno Nacional y al terminar de hacerlo, el grito: ¡Viva México! y el conocido “México, clap, clap, clap, México…México”.

Cientos de banderas tricolores, otros tantos con el logotipo del INE y las voces coreando la defensa del Instituto Nacional Electoral, mostraron el colorido de una multitudinaria marcha, quizá una de las mayores que se haya registrado en la Ciudad de México.

Y no estuvo formada por acarreados. No hubo reparto de tortas ni “chescos”. Las calles, saturadas de automóviles, carecieron de la presencia de los autobuses en que generalmente se transporta a los “invitados especiales” de los partidos políticos que participan en las marchas de “apoyo al presidente de las República” y que no son más que acarreados.

Fue la primera marcha en la que los negocios, comercios y bancos no fueron tapiados. Las únicas vallas de acero que se colocaron por parte del gobierno de la Ciudad de México fueron para rodear los monumentos de Reforma. Pero, no hubo ataques a los bienes inmuebles. Nadie utilizó spray para pintarrajear muros. Tampoco hicieron acto de presencia los conocidos anarcos. Se trató de una marcha pacífica cuya motivación fue salvar al INE, las libertades y la democracia.

Sin agresiones al Gobierno federal, hubo llamados de ciudadanos, (que cargaban amplificadores), a la Jefa de Gobierno y al Presidente para que asistieran a la marcha y confirmaran los miles de ciudadanos que la integraron.

EL DESPERTAR DE 

LA SOCIEDAD 

Durante 4 años, la sociedad civil y sus organismos, permanecieron aletargados. 

Ante los insultos y descalificaciones cotidianas por parte del Presidente, de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, del dirigente de Morena y de legisladores y gobernadores, apenas reaccionaban. Nada que hiciera cambiar el discurso de odio.

Sin embargo, el domingo los ciudadanos invadieron las calles motivados por la convocatoria de quienes sin cargos políticos salieron en defensa del INE y su autonomía.

El nutrido número de participantes, en su mayoría de “aspiracionistas” de clase media, media alta y alta, marcaron la línea entre la destrucción de las instituciones y la conservación de la libertad, de la democracia y de elecciones sin participación del Gobierno.

No se trató de una marcha organizada por partidos políticos ni de “desagravio”, como acostumbra, a la autoridad. Esta vez, fueron los ciudadanos que, sin propaganda para asistir, simplemente utilizaron las “benditas redes sociales” para enterarse y asistir.

La sociedad civil despertó para demostrar su existencia y si durante cuatro años calló, su voz en esta ocasión se escuchó. No con gritos, no con descalificaciones, no con agresiones. Con la presencia de miles y miles y con la razón.

LOS PARTIDOS, 

INEXISTENTES

Mientras, inmersos en sus problemas de sobrevivencia, en la reyerta política, los partidos de oposición fueron incapaces de convocar a una marcha de estas dimensiones.

Sin embargo, algunos de sus dirigentes, aprovecharon la oportunidad y se hicieron presentes.

Ahí, en el Monumento a la Revolución, con testigos bajo sus cuatro columnas en las que se encuentran sepultados Lázaro Cárdenas, Venustiano Carranza, Francisco I. Madero, Plutarco Elías Calles y Pancho Villa en 1976, estuvieron Jesús Zambrano, Alejandro Moreno y Marko Cortés los Tres Mosqueteros sin D’Artagnan -Dante Delgado- de la coalición “Va por México”, quienes lanzaron sus cartas para señalar que en 2024 ganarán las elecciones.

Nada tuvieron que ver con la convocatoria de la marcha en defensa del INE y, no obstante, se mostraron “satisfechos” por el resultado. Gustavo Madero, participante de la organización Unid@s, el ente creado por Claudio X. González con Gustavo de Hoyos, expresidente de la Coparmex, comentó que “esperábamos mucha asistencia, pero lo de hoy rebasó las expectativas”.

En el único discurso pronunciado en la parte final de la marcha, frente al Monumento a la Revolución, José Woldenberg (primer dirigente del entonces Instituto Federal Electoral de 1996 a 2003, institución posteriormente transformada en el INE) señaló:

“México no merece una reforma constitucional en materia electoral impulsada por una sola voluntad, por más relevante que sea. Hay importantes lecciones del pasado con las reformas que fueron fruto de voluntades colectivas, con los métodos probados y comprobados de diálogo y acuerdo. México no puede trasladar el padrón electoral a otra institución”.

También expresó:

No a la destrucción del INE, no a la destrucción de los institutos locales, no a la destrucción de los tribunales locales, no a la pretensión de alinear a los órganos electorales a la voluntad del gobierno, no al autoritarismo, sí a la democracia, sí a un México democrático”.

Además, hizo un llamado a senadores y diputados… “los que conforman las Cámaras del Congreso Federal y de los 32 congresos en las entidades, a que defiendan lo edificado en materia democrática y no conduzcan a nuestro país a una etapa venturosamente superada: la del autoritarismo que se auxiliaba de autoridades electorales a modo”.

Fue una marcha con saldo blanco, sin tonos de grises ni nubarrones en el cielo. La sociedad civil demostró estar preparada para el futuro inmediato y, con su presencia en las calles, busca frenar la reforma electoral que tiene como objetivo destruir al INE y formar un Instituto a modo para que el Gobierno federal pueda y logre mantener el poder sin límite de tiempo.

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