Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Si la convocatoria para acudir a la marcha por la democracia etiquetada como #EL INE NO SE TOCA, que deberá realizarse el 13 de noviembre no despierta a los ciudadanos y no participan, la historia se estará escribiendo con Andrés Manuel López como el rey el pueblo como el cortesano.
Es la oportunidad de mostrar el músculo de la sociedad. Es falso que nos represente Claudio X. González o el grupo denominado @Unid@s. Lo que nos representa es la democracia, la libertad, la independencia de pensar.
López está decidido a escuchar solamente su “limpia y tranquila conciencia” y prestar oídos sordos a todas las voces, millones de ellas, que claman por perfeccionar la democracia, no desaparecerla.
Con el cabildeo del “hombre honesto” que abandona las responsabilidades que le confiere la Constitución y la Ley Orgánica de la Administración Pública, Adán Augusto López, presiona a diputados y senadores de oposición para que la nociva reforma electoral del presidente de México, se apruebe y desaparezca el INE, se rompa el PACTO federal, se centralice aún más el poder en un solo hombre y se “desarrolle la cuatroté”.
De ahí la importancia de participar en la marcha. No hacerlo es darle armas al pejín para que siga haciendo de las suyas y se apodere, más todavía, de todo el país.
Quiere que se lo escrituren y en su testamento heredarlo a sus familiares, los honestos, honestos, honestos y al grupo de serviles que lo rodea.
Violador consumado de la Constitución y desdeñoso con la aplicación de la ley, López busca romper los equilibrios de poder, de suyo lo ha logrado sometiendo al Legislativo y presionando al Judicial, con la única finalidad de convertirse en presidente que terminó con la corrupción de ¡OTROS”!
Los mexicanos debemos estar conscientes de lo que está en juego.
No se trata de que regresen el PRI y el PAN -con lo que se llevaron aplica: lo cáido, cáido– sino de salvaguardar el futuro de la PATRIA, así, con mayúscula.
Es el momento de demostrar de qué estamos hechos y hasta dónde debemos llegar. No qué tanto podamos hacer, sino hacerlo.
Una marcha que debe ser civilizada, sin provocaciones.
Para protestar por las arbitrariedades presidenciales, no hace falta destruir monumentos, pintarrajearlos, romper cristales, gritar desaforadamente.
El silencio, como aquella marcha de protesta contra el gobierno local del mismo hombre, es un ejemplo de lo que se alcanza.
En aquel tiempo exigíamos seguridad.
Hoy demandaremos democracia, libertad y respeto a la Constitución.
Los promotores de la marcha se tienen que esforzar para que el llamamiento encuentre eco no solo en los “adversarios” sino en todos los ciudadanos que tienen la virtud de pensar y han sacado conclusiones del fracaso, del error de haber elegido a quien hoy, democráticamente y gracias a la organización de los comicios, gobierna.
Si alguna institución ha servido para que nadie se adueñe del país y se respete la voluntad ciudadana, es el INE.
Dejar el espacio abierto, dará oportunidad de que lo llene el “ejército” guinda, no el olivo, aunque también juega, y se haga la “diabla voluntad presidencial”.
Es la oportunidad de mostrar que los mexicanos repudiamos la coacción y tememos solamente a las acciones de Dios.
¡Hay que ir!
La marcha tiene que ser por la salvación del INE. Ni más, ni menos.
E-mail: jesusmichelmp@hotmail.com, Twitter: @jesusmichelna, Facebook: jesus michel y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por Radio Cañón, en el 760 de AM.