El evento fue organizado por el TEPJF y la asociación civil Herencia y Memoria Presidencial foro Semiótica Presidencial.
Se llevaron a cabo 13 conversatorios en donde participaron funcionarios electorales del ámbito jurisdiccional y administrativo en activo y en retiro, representantes del Poder Judicial, académicos y periodistas.
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y la asociación civil Herencia y Memoria Presidencial, concluyeron el foro “Semiótica Presidencial: Siglos XIX-XX-XXI (1824-2018), cuya finalidad fue crear un espacio de reflexión sobre la transformación de la institución presidencial y los avances democráticos en México, además de que se expusieron 200 piezas artísticas, a través de las cuales se mostraron las distintas etapas por las que ha transitado el sistema político en nuestro país.
Las mesas de análisis y reflexión, que se llevaron en la Escuela Judicial Electoral (EJE), en el marco del 150 aniversario luctuoso del presidente Benito Juárez, contaron con la presencia de autoridades electorales del ámbito jurisdiccional y administrativo, así como personas representantes de los medios de comunicación, quienes analizaron el presidencialismo en México.
Durante el evento de clausura, el magistrado de la Sala Superior Felipe de la Mata Pizaña recordó que la exposición “Semiótica presidencial” representa la oportunidad para refrendar que, dentro de la Escuela Judicial Electoral (EJE), con la dirección de Gabriela Ruvalcaba García, se realiza un gran trabajo de reflexión académica.
Durante el cierre de este foro, que inició el pasado 22 de agosto, estuvieron presentes la magistrada Janine Otálora Malassis; el titular de la asociación civil Herencia y Memoria Presidencial, Francisco Javier Acuña; la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Margarita Ríos Farjat; el consejero de la Judicatura Federal, Bernardo Bátiz, y la directora de la EJE, Gabriela Ruvalcaba García.
Por su parte, la magistrada de la Sala Superior del Tribunal Electoral, Janine Otálora Malassis, destacó que se han dado pasos importantes para acotar el poder presidencial. Agregó que es necesario insistir en la división de poderes, la cual ha sido permitida por la democracia.
En los últimos conversatorios que se llevaron a cabo intitulados “Presidencialismo y División de Poderes, el papel del juzgador” y “Presidencialismo y Poder Judicial: La evolución a partir de 1995”, participaron en la moderación Irma Méndez de Hoyos, coordinadora general de asesores del Tribunal Electoral, y el periodista Pascal Beltrán del Río, en el primero de estos, mientras que la magistrada de la Sala Superior del Tribunal Electoral, Janine Otálora, en la segunda exposición.
En la ponencia “Presidencialismo y División de Poderes, el papel del juzgador”, el magistrado del Tribunal Superior de Justicia en Zacatecas, Arturo Nahle García, hizo referencia al centralismo que se vive en México y a una falta en la división de poderes. Consideró que un signo real de autonomía, para lo que hace al Poder Judicial, debe partir desde la asignación de su presupuesto.
Por su parte, Juan Pablo Gómez Fierro, titular del Juzgado Segundo de Distrito en Materia Administrativa, subrayó que con la división de poderes lo que se busca es poner límites. Los jueces, subrayó, necesitan independencia para poder ejercer su función toda vez que no puede tomar decisiones con base en lo que la ciudadanía quiere o bajo presión de factores externos.
Durante el conversatorio final de este foro, en su participación en torno al periodo denominado “la nueva era” a partir de la reforma constitucional en la que se sentaron las bases del actual modelo judicial mexicano, la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Margarita Ríos Farjat, consideró que la reforma judicial de 1994 es la más importante que ha vivido el Poder Judicial en México. Se trató, expuso, de una reforma impulsada por el pluralismo que demandaba el país frente a un presidencialismo con vacíos, los cuales llenó el Poder Judicial.
En tanto, el consejero de la Judicatura Federal, Bernardo Bátiz Vázquez, consideró que a partir de 1995 se consolidó la autonomía del Poder Judicial. Hizo un llamado a no convertir a las instituciones solamente en una herramienta política y que se voltee la mirada de jueces y ministros hacia la tercera rama del derecho, público, privado y social.
Mientras que José Ramón Cossío, ministro en retiro, recordó que la reforma al Poder Judicial se gestó en un año convulsivo para México, en 1994. Reconoció que se haya efectuado una transformación del Poder Judicial.