Por la situación de inseguridad y violencia que le heredaron los antecesores, el presidente Andrés Manuel López cambió de opinión sobre regresar al Ejército a sus cuarteles y, en su lugar, mantenerlo en tareas de seguridad pública. Esto al volver a criticar la condición en la que recibió tanto la crisis de violencia en el país como a la extinta Policía Federal. “¿Qué íbamos a hacer con la Policía Federal como estaba? Yo creo que sí se sabe que de la Policía Federal salieron todos los que hoy están en la cárcel o están acusados o están prófugos por tremendas violaciones” y aseguró que esta corporación se usó para pactar con criminales y para montajes mediáticos”, sostuvo.
“Sí, cambié de opinión ya viendo el problema que me heredaron. ¿Cómo enfrentar el problema de la inseguridad? Sí sabía yo y estoy absolutamente convencido que la paz es fruto de la justicia”, respondió en su conferencia matutina ante la pregunta sobre su promesa de campaña de regresar sacar a las Fuerzas Armadas de las calles en solo seis meses.
Defendió no solo el traspasar la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para evitar que se corrompa, sino el modificar la Constitución para que las Fuerzas Armadas puedan colaborar en tareas de seguridad pública, como ahora también respalda el Partido Revolucionario Institucional.
En contraste, argumentó que, desde que se creó la Guardia Nacional en 2019, “no se han registrado recomendaciones de la Comisión de Derechos Humanos. Muy pocas, creo que dos, para las Fuerzas Armadas y desde luego que se están acatando”. Reiterando que no dará instrucciones de violar derechos humanos ni de masacrar a la población.