El Premio Nacional de Artes y el
Palacete que Guillermo Landa Donó Al IVEC
JUAN JOSÉ BARRIENTOS
La noticia de que el Maestro Sergio Cárdenas obtuvo el Premio Nacional de Artes ha merecido el beneplácito de algunos jalapeños, por nacimiento o adoptivos, como el novelista colombiano Marco Tulio Aguilera Garramuño, que tuvo la oportunidad de conocerlo y tratarlo durante una residencia artística en Canadá. Aguilera conserva un grato recuerdo de Cárdenas, y también lo aprecia el compositor Francisco González Christen, pues Cárdenas estrenó una de sus obras hace años con la Sinfónica de Querétaro; además, hace años invitó a mi hija, Flora, a interpretar el tercer concierto para piano y orquesta de Beethoven como solista con la Sinfónica Carlos Chávez y para eso le pagó incluso el viaje desde Paris, donde ella estudiaba; ella ya lo había tocado con la Sinfónica juvenil del Estado de Veracruz y lo interpretaría luego con la Sinfónica de Xalapa. En fin, Cárdenas no le cerró la puerta a un compositor y a una pianista que requerían apoyo e hizo lo que pudo para impulsarlos. Por otra parte, ha aprovechado el premio para pedir que reflexionemos sobre el papel de la Sinfónica nacional y otras orquestas, como la OFUNAM (y la Sinfónica de Xalapa) y su labor en este país.
A mí también me agradó que se le otorgara el premio al abogado e historiador Fernando Serrano Migallón, que hace unos años trató de que se estableciera un Instituto Alfonso Reyes similar al Cervantes.
Desafortunadamente, Marcelo Ebrard no logró impulsar una diplomacia cultural, como pretendía con Enrique Márquez, y ni siquiera hubo apoyo a proyectos como el de mi hija, que quería hacer una gira en los Estados Unidos interpretando un recital con la sonata y otras obras de Mario Ruiz Armengol.
Otra noticia que se ha comentado mucho en Xalapa es la del palacete en Huatusco que Guillermo Landa le donó al IVEC con sus libros y el mobiliario.
El edificio que data de 1912 alberga obras de Soriano, Toledo, Siqueiros, Pedro Coronel y Vlady, entre otros artistas, además de cristalería, cerámica, muebles importados y una biblioteca con cerca de diez mil ejemplares.
Landa es autor de varios poemarios, fue agregado cultural en nuestra embajada en Francia y luego estuvo en otros países. Ya retirado en el bello edificio, celebraba recitales con algunos músicos de la UV y de Bellas Artes, como la pianista Laura Sosa y su esposo, el violinista Ernesto Tarragó.
La donación al IVEC me recordó la que Luis Mario Schneider le hizo a la UAEMEX de su biblioteca y otras propiedades en Malinalco.
Y también la que Pitol le hizo de sus libros a la Universidad Veracruzana.
(La casa donde vivía en Xalapa se la dejó a sus parientes, que trataron de establecer una especie de museo, pero no obtuvieron apoyo de la rectora, Sara Ladrón)
Ojalá la Secretaria de cultura del estado de Veracruz, Silvia Alejandre, sepa administrar el inmueble que funcionara como museo y en el que cada año se podría alojar a un escritor durante unos meses a condición de que escriba algo al respecto. Algo así se hace en la que fuera casa del humorista y dibujante James Thurber –The Thurber House– que se conserva en Columbus, Ohio, de donde era originario.
Aprovecho, de paso, para pedirle a Silvia que haga las gestiones para montar en la Pinacoteca jalapeña y otros lugares de Orizaba y el puerto la exposición que ahora se puede ver en Los Pinos de los dibujos de Ernesto “El Chango” García Cabral, originario por cierto de Huatusco, donde desde luego también se deben exhibir.
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