ALBERTO F. MENA MALLEN
El problema del coronavirus en el gobierno de la 4T ya se ha comentado mucho, en el sentido de que no actuó en forma adecuada -ellos lo niegan reiteradamente-, ya que somos el quinto país con más muertes y el primero en personal de salud, (Amnistía Internacional), pero los morenistas al estar muy ocupados con las elecciones del 2023 y 2024 y sus magnas obras, no gobiernan ni voltean a ver a las familias que tienen muchos problemas por contagios por este virus, aunque no se mueran como antes, sin vacunas.
De acuerdo a la ONG “Signos Vitales, el pulso de México”, organización de la sociedad civil, apartidista, sin fines de lucro, regida por un Consejo conformado por personas con una trayectoria destacada, con alto nivel ético y profesional, que cuentan con un reconocimiento nacional e internacional y con un firme compromiso por los principios democráticos y de libertad, y que de acuerdo al presidente puede ser considerada “fífi”, elaboró un diagnóstico del país entre ellos el de la pandemia.
Explican que entre sus principales objetivos se encuentra la recolección de información fidedigna e independiente sobre las variables claves de nuestra vida económica, política y sociocultural para diagnosticar, con un buen grado de certeza, el estado en que se encuentra el país.
De la pandemia en México y su dimensión que se considera una tragedia, en sus reflexiones finales destacan: “México está inmerso en varias y diferentes crisis. No hay una sola que no esté mermando su desarrollo y avance en sectores como en el de la salud, la economía, el energético, la libertad de expresión, la seguridad pública y muchos más. Gran parte de estas debacles se debe a una concatenación de respuestas y decisiones mal tomadas por parte del gobierno mexicano. Como se dijo en un principio, la crisis por COVID-19 no es responsabilidad del gobierno mexicano, pero su respuesta sí lo es. Las medidas que éste ha tomado no son acordes con los retos originados por la pandemia. En términos de salud pública la reacción gubernamental ha sido tardía y poco contundente”.
Cuando se contagia un miembro por este virus, y que no lo detectan a tiempo por muchas razones, -se puede considerar una simple gripa-, o porque se trabaja o no hay tiempo para realizarse una prueba rápida, -que no es muy exacta porque no se consideran los tiempos y la otra es muy cara para muchas familias-, y al ser muy contagioso, hay muchas probabilidades de que quienes estén cerca sean contagiados, y entre ellos personas adultas, jóvenes, niños que pasan momentos -de 5 a 10 días o más-, nada agradables y más si les deja secuelas.
Aunado a la crisis del sistema de salud pública, que al estar saturado no atiende en forma adecuada a quienes consultan, ya que a cada derecho habiente en el IMSS se le da 15 minutos a cada uno, aparte de que no cuentan con los medicamentos adecuados y si los hay, son escasos y en caso de que se desea realizar una prueba del Covid-19, hay que esperar horas y horas y largas filas para realizarla. Se pierde un día para llevar a cabo estas tareas.
Además, el costo que representa en medicamentos y consultas privadas con el doctor, que ya abusan de las circunstancias, cuando los menos piden de 500- 700 a mil pesos, y hay otros que hasta 2 mil pesos. Hay que señalar que las medicinas cada mes son más caras y no hay algún apoyo para ello y menos supervisión de las autoridades correspondiente.
Y para quienes trabajan, las autoridades no consideran los días que se tienen que recluir, para aquellos que lo hacen en él subempleo y que, quienes tienen seguro social, deben de tramitar sus respectivas constancias para lo que hay que invertir tiempo y mucha buena actitud para no tener un coraje con la burocracia, otro de los problemas que no se atiende por el gobierno. Por ejemplo, en muchas empresas no aceptan recetas privadas, ante el abuso de algunos de buscar este documento para no ir a trabajar.
Para adultos de mayor edad, a los que familiares no quieren llevar al servicio público ante la ola de contagios del Covid, y que requieren de algún servicio médico, se solicita a distancia, pero más caro, lo que merma la economía de las familias, algo que el gobierno “no detecta”, sobre todo cuando promete otorgar un servicio médico como el de los Países Bajos y nos ofrece una austero y franciscano, donde mucha gente muere.
Incluso ya existen avisos de empresas que disminuyen sus labores o servicios, tanto a nivel nacional como en el extranjero, por el ausentismo laboral debido al contagio por este virus, lo que aumentan los problemas para cientos de personas que requieren de esos servicios, tal y como sucede con la aviación, la que cancela vuelos por falta de personal o que duplica turnos para cubrir la demanda que existe o incluso se llega al caso de contratar personal temporal.
Y a pesar de la quinta ola, en muchos trabajos se exigió que los trabajadores acudan de manera presencial a laborar, cuando ello ha generado más contagios por el coronavirus, aunado a que en la calle ya muchas personas no portan el cubrebocas, lo que provoca que muchos que sí respetan esta medida tengan riesgos de ser atacados por el virus.
Las autoridades sanitarias, a pesar de que se anunció con tiempo de que habría una quinta ola, solo llamaron a la ciudadanía a respetar las normas ya conocidas por todos, pero no implemento campañas permanentes para que los mexicanos se cuiden más, con eso de la austeridad franciscana, quieren ahorrar en lo que se puede considerar importante.
Otro aspecto que las autoridades no han considerado, -o tal vez lo contemplan en los apoyos directos que entregan-, es el de los cuidadores de personas con alguna discapacidad, personas adultas que tienen dificultades para hacer su vida diaria y niños, a quienes les quitaron las instancias infantiles, donde se educaban de alguna manera y permitían a sus padres tener trabajo.