Eurovision y la Solidaridad Hacia Ucrania

ITZEL TOLEDO GARCÍA

Del martes 10 al sábado 14 de mayo tuvo lugar Eurovision, el concurso musical en el que representantes de diferentes países compiten anualmente. Este festival de música existe desde hace más de sesenta años y replica el Festival de San Remo a nivel europeo. La idea de Eurovision fue propuesta por el suizo Marcel Bezençon, expresidente de la Unión Europea de Radiodifusión, con el fin de lograr dos objetivos en el contexto de la Guerra Fría: por un lado, generar entendimiento entre los pueblos europeos a través de la música; por otro, dar a conocer a nivel internacional la música europea. Paulatinamente a Eurovision ingresaron países que previamente conformaron la Unión Soviética y también fueron integrándose países allende las fronteras europeas, por ejemplo Israel y Australia. La primera edición de este concurso tuvo lugar en Lugano, Suiza en 1956 y concursaron participantes de 7 países, mientras que en la edición de este año concursaron 40 participantes en Turín, Italia. 

Las radiodifusoras son las que eligen a los artistas que representan a cada país con una canción original que se transmite por televisión y radio gracias a la infraestructura de Eurovisión y Euroradio que son de la Unión Europea de Radiodifusión, y la gente de cada país puede votar por las actuaciones de los otros países (no por la del país propio) y la canción que obtiene mayor cantidad de puntos es la ganadora. El país ganador de este año fue Ucrania, que forma parte de este concurso desde 2003 y que se ha llevado la victoria por tercera vez, gracias a la interpretación de la canción “Stefania” por Kalush Orchestra. Kalush es un grupo de rap ucraniano que existe desde 2019 y que para el concurso decidió presentar un proyecto folclórico. La canción “Stefania” había sido escrita en honor a las madres del grupo, pero en el contexto de la invasión rusa a Ucrania ha sido dedicada a todas las madres de aquel país. La canción habla la labor de cuidado de la madre que protege a su hijo con canciones de cuna y de todas las tormentas, representado el hogar al que volver no importando los obstáculos. Como parte de su presentación, el cantante principal Oleh Psiuk solicitó ayuda para Ucrania, la ciudad de Mariupol y la acería Azovstal. 

Desde días antes del Festival se preveía que Ucrania sería el país ganador pues sería una oportunidad para los europeos de mostrar apoyo al país ante la invasión rusa que combate desde el 24 de febrero de este año. De hecho, Rusia fue descalificado de este concurso tras la invasión a su país vecino con quien estaba en estado de guerra desde 2014. El voto favorable a Ucrania es una muestra más de solidaridad por parte de países europeos a Ucrania la cual ha implicado la recepción de millones de mujeres y niños refugiados quienes han sido acogidos gracias a esfuerzos gubernamentales y de la sociedad civil. Por ejemplo, en la estación central de trenes de Berlín en los últimos meses ha habido voluntarios que han ayudado a resolver dudas, ofrecido hospedaje y otorgado donaciones a las y los refugiados ucranianos, además hay mapas que explican rutas dentro del país que podrían tomarse. Naciones Unidas calcula que desde que inició la invasión 6,3 millones de refugiados ucranianos han dejado su país y entrado a la Unión Europea, siendo Polonia el país que ha recibido a más personas (3.4 millones). Las muestras de solidaridad han incluido múltiples marchas en Europa (y otras partes del mundo) así como que se ize la bandera ucraniana en instancias gubernamentales, educativas y culturales en distintos países, por ejemplo en la Antigua Galería Nacional de Berlín. Además, varios gobiernos europeos (sean miembros o no de la Unión Europea) han señalado su apoyo y enviado material de guerra a Ucrania, algo que también ha hecho Estados Unidos.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski celebró la victoria ucraniana en la Eurovision de este año y señaló que se hará lo mejor para que un día la ciudad de Mariupol sea la sede de este festival, subrayando “Mariupol ucraniana. ¡Libre, en paz y reconstruida!”. Durante los últimos meses se han trasmitido terribles imágenes y videos desde aquella ciudad portuaria que ha sido la más castigada durante la invasión y que el 17 de mayo terminó por estar totalmente en manos del ejército ruso, lo cual ha sido entendido desde Moscú como una rendición mientras que para Kiev es lo que ha permitido que otras partes del país sean recuperadas. Veremos en las siguientes semanas cómo se va desarrollando la situación en Ucrania, hasta ahora ha quedado claro que la solidaridad europea y de otras partes del globo no ha frenado la invasión rusa.


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