“Batman” El Hombre Venganza

HORACIO ARMANDO HERNÁNDEZ OROZCO

“Batman” (“The Batman”) película dirigida por Matt Reeves, basada en el personaje homónimo creado por Bob Kane y Bill Finger para DC Comics; protagonizada por Robert Pattinson (Bruce Wayne/Batman), Zoë Kravitz (Selina Kyle/Catwoman), Jeffrey Wright (James Gordon), Paul Dano (Edward Nashton/Riddler), John Turturro (Carmine Falcone), Colin Farrell (Oswald Cobblepot/Pingüino) y Andy Serkis (Alfred Pennyworth); tuvo su estreno en Londres el 23 de febrero de 2022.

Batman lleva dos años combatiendo al crimen que azota a Ciudad Gótica, hasta que aparece un asesino serial, Riddler (Acertijo), quien se está dedicando a matar a los políticos corruptos de la ciudad.

Una nueva versión del héroe en todas sus dimensiones, más oscuro, más introvertido, más violento y vengativo, con el mismo propósito que sus predecesores: combatir el crimen callejero, no el de gran escala, que curiosamente es el objetivo del villano: desenmascarar a los corruptos del sistema.

TRATO O TRUCO

En Halloween, Don Mitchell Jr., alcalde de Gotham City, es víctima del asesino serial que se hace llamar Acertijo; el multimillonario Bruce Wayne, que lleva dos años operando como el justiciero Batman, investiga el homicidio, pues el criminal le dejó un mensaje cifrado.

La trama comienza al cien, pues el enigmático asesino mata al alcalde de una gran ciudad, siendo por ese hecho un magnicida, pero estaba en plena campaña de reelección, lo que puede ser un crimen político, de lo cual puede surgir una tajada importante para su partido, pero al descubrirse que este alcalde andaba en malos pasos, eso minimiza el homicidio y hasta se ve como un acto de justicia.

Nadie puede hacerse justicia de propia mano, ni ejercer violencia para reclamar un derecho, pero en el caso del homicidio de un político corrupto ¿se puede hablar de justicia o del ejercicio de un derecho?

En estas escenas iniciales se ve que Batman sólo cuenta con el apoyo del teniente James Gordon, pues existe una animadversión del Departamento de Policía de Gotham City contra el hombre murciélago, y más por el comisario Pete Savage, quien jura vengar la muerte de su amigo el alcalde Mitchell Jr.

UNO NO ES 

NINGUNO

El Acertijo vuelve a atacar y esta vez la víctima es Pete Savage, dejando otro enigmático mensaje para Batman y enviando un vídeo de su muerte a los medios de comunicación de Gotham, así como una memoria USB que contiene imágenes de Mitchell con una mujer un club nocturno.

Los homicidios del alcalde y del comisionado de policía crean un ambiente de inseguridad, pero hay un verdadero caos cuando se descubre que tanto uno como el otro, tenían un pasado oscuro en su función de servidores públicos con actos de corrupción y protección a criminales como lo es Carmine Falcone.

Los grupos delincuenciales de alto calibre suelen corromper las estructuras de las autoridades; en antaño se pensaba que con corromper al policía de la calle era suficiente, pero luego se percataron que para operar a gran escala como Delincuencia Organizada era necesario llegar a las cúpulas del poder.

Así que un homicidio para el Acertijo no es ninguno, y dos hacen la mitad de uno.

PORQUE TRES ES 

MEJOR QUE DOS

El Pingüino, lugarteniente del mafioso Falcone, administra el Iceberg Lounge, antro al cual acuden los altos políticos, pero también es sospecho de ser un informante no sólo para la policía sino también para otros grupos criminales.

Supuestamente, el gran éxito de la administración del alcalde Michel y del comisionado Savage fue haber dado un golpe antidrogas contra Sal Maroni, principal distribuidor del narcótico conocido como ‘gotas’; pero se sabe que todo fue un engaño popular, pues lo cierto es que Falcone se quedó sin competencia para seguir operando ese mercado.

Obviamente, Falcone está coludido no sólo con el alcalde y con el comisionado, sino con Gil Colson, el Fiscal de Distrito, quien es el que llevó ante la justicia a Maroni; así Colson se convierte en la tercera víctima mortal del Acertijo, y una vez más deja un mensaje para Batman.

TÚ Y YO SOMOS 

UNO MISMO

Todas las pistas del Acertijo conducen a las ruinas de un orfanato dirigido por los padres de Bruce, Thomas y Martha; y en ese lugar residía este asesino serial que guarda rencor a Thomas Wayne, pero como está muerto, ha decidido atacar a Bruce.

Aquí hay un paralelismo interesante entre el héroe y el villano, ambos son dos huérfanos, ambos combaten, a su modo, al crimen en Ciudad Gótica, ambos tienen sed de venganza, ambos tienen traumas, de hecho, sufren de un Trastorno Obsesivo Compulsivo, sienten la necesidad de ser justicieros, ambos actúan al margen de la ley, pero la diferencia es que uno creció con dinero y el otro no, uno cree que su sed de venganza está justificada bajo el legado de su padres, y el otro la justifica precisamente en ese legado ajeno, uno se siente arropado por un alto funcionario de la policía y el otro por los cibernautas que creen que el cambio del bien proviene del caos.

Batman cree que encarna la venganza, y el Acertijo a la justicia, y probablemente, bajo la óptica de cada uno de ellos, estén en lo cierto, pero el punto es que ambos quebrantan la Ley; no puede pensarse que las acciones de Batman se ajustan a derecho, aunque no mate a nadie, y muchos menos lo que realiza el Acertijo.

En su viaje hacia la venganza, el Acertijo debe forjar una alianza con el Caballero Oscuro para impartir la justicia y acabar con el abuso de poder que tanto asola a la ciudad de Gotham.

El nuevo Batman es un personaje torturado, que se presenta en un contexto terriblemente adverso, con un villano cruel, enloquecido y sumamente inteligente; la violencia es vivida más que observada.

Batman se convierte en la marioneta de un juego que no acaba de entender y con un enemigo, dentro de su locura, tremendamente hábil; y por más superhéroe que sea, aquí aparece desconcertado y apesadumbrado, no puede atrapar al Acertijo a puñetazos, así que debe esforzarse mucho en afilar sus dotes de detective.

Batman ataca las consecuencias del crimen político, al delincuente de las calles, mientras que el Acertijo ataca las raíces de la corrupción. El Acertijo no es el clásico villano que lucha contra el superhéroe, sino que también está harto de la putrefacción que impera en los políticos, pero sus métodos no son del todo aceptados; si Batman es cuestionado y no querido por la policía, mucho menos el Acertijo.

Batman es venganza, pero sabe que debe reescribir el pasado de Bruce, sin cambiar sus parámetros principales, a fin de lograr dar muestras de esperanzas a una necesitada Ciudad Gótica.

Pero ¿esta trama ficticia tendrá un toque de la realidad actual?

La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…

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