Casi una década después de iniciadas las labores, arqueólogos del INAH concluyeron la novena temporada de consolidación del Gran Basamento de la Zona Arqueológica de Cacaxtla, en Tlaxcala.
A cargo de la arqueóloga Laura Ledesma, titular del Proyecto de Investigación, Conservación y Restauración Integral del Gran Basamento de Cacaxtla, el trabajo consolidó el costado surponiente del edificio, que en los años 70 recibió el nombre de Conjunto 2.
A partir de la estructura y otras que ahí se conservan, Cacaxtla ejerció un protagonismo regional hacia el periodo Epiclásico mesoamericano (650 – 800 d.C.), época de grandes cambios causados por la caída del cogobierno de Teotihuacan y el alzamiento de nuevos sitios de poder económico y político.
En el siglo pasado, señaló, «se intervino el Gran Basamento, sin embargo, se hizo con plásticos, cementos y otros materiales no propios de la fábrica original del inmueble, compuesta mayormente de elementos terrosos”.
Adicionalmente, se recuperan volúmenes en los muros del edificio para completar su estabilización.