Por Nidia Marín
Y después del terror y la desesperación vivida en México, en Estados Unidos y en el mundo ante el ataque enloquecido del Covid-19, ayer se abrió la frontera norte entre ambas naciones y millones de mexicanos y de estadounidenses suspiraron agradecidos, aunque otros del lado estadounidense, los racistas, maldijeron el momento.
Nosotros no, sino que damos gracias a los gobiernos de otorgar cierta normalidad, aunque deberán ser los gobernantes locales de los condados y municipios, así como de las entidades fronterizas fundamentalmente quienes cumplan con los requisitos exigidos, porque si mienten no vaya ser el diablo que la vuelvan a cerrar.
En los 3,185 kilómetros de largo que tiene la frontera terrestre entre Estados Unidos y México hay 63 cruces fronterizos, una buena parte de los cuales hoy están abiertos, así como también los 53 puentes y garitas.
Como ya saben, son seis estados mexicanos los que hacen frontera con el vecino del norte: Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. Del lado estadounidense se localizan cuatro: California, Arizona, Nuevo México y Texas. Asimismo, suman 45 los municipios mexicanos limítrofes y 25 condados del otro lado.
Sí, la anhelada apertura fue casi en toda la frontera o por lo menos en una buena parte desde Imperial Beach en el condado de San Diego, California hasta Matamoros, Tamaulipas y Cameron, Texas.
Y el asunto es que, con todo y los programas desarrollados por Estados Unidos en cuanto a vacunación en los municipios mexicanos, continúa la disparidad con respecto a la inoculación en los condados de por allá. Por ejemplo, aseguran que Ciudad Juárez sigue con un elevado número de contagios, por lo cual en el vecino país están tomando precauciones especiales.
Como fuere, pues, veinte meses de desesperación, iniciados en marzo de 2020 concluyeron. En ese lapso, según la Asociación de Cultura y Turismo de Estados Unidos, el turismo de vacunación sentó sus reales por aquellas tierras y fueron 500,000 personas las que cruzaron la frontera para vacunarse. Hoy con la apertura fronteriza calculan que llegarán a los cinco millones.
Asegura el San Diego Union Tribune que México ha aplicado 3.7 millones de vacunas de Pfizer y de Johnson & Johnson, algunas donadas por Estados Unidos, para completar la inmunización en los 45 municipios fronterizos de los norteños estados de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.
Además, expone que, hasta ahora 51.52 millones de adultos mexicanos ha recibido el esquema completo, de un total de unos 89 millones de mayores de 18 años.
Por allá estaban listos para la apertura fronteriza. Inclusive, el pasado día tres del mes en curso el Departamento Estatal de Servicios de Salud de Texas dio instrucciones a los Centros de Control y Prevención de Enfermedades para que envíen la vacuna pediátrica contra el Covid-19 de Pfizer a más de 900 proveedores, en 155 condados de Texas la próxima semana. Dichos centros entregarán 1,010,700 dosis de la vacuna a proveedores de vacunas en Texas y entregarán 349,200 dosis a farmacias en el programa federal de farmacias con el propósito de inocular a niños de entre 5 y 11 años.
Afirman que ya se han entregado más de 500,000 dosis y el suministro completo continuará. También dicen que la vacuna pediátrica, además, ayudará a reducir la propagación de la enfermedad y a prevenir las raras pero graves complicaciones del Covid-19 en los niños de esas edades.
Bienvenida pues la apertura de la frontera norte y buena suerte para todos los habitantes y sus gobiernos.