*¿Qué Oculta al Distraer con el Ataque a la UNAM

Galaxia Política

* Generó Millones de Jóvenes Piensan con Libertad

*Vivir en el Pasado, el Grave Error del Presidente

* Las Universidades Fueron y son Fuentes del Saber

Por Jesús Michel Narváez

Los viejos periodistas, aquellos que eran auténticos reporteros y carecían de internet y de redes sociales, decían: piensa mal y atinarás. Era la forma de hurgar bajo las piedras para hallar el vellocino de oro representado por la nota ganada.

Yo aprendí de ellos. Maestros del reporteo, excelentes entrevistadores, magníficos cronistas, superiores analistas, excelsos articulistas y geniales cartonistas.

Por eso pienso mal para tratar de encontrar el hilo de la enjambrada madeja.

Cuando el presidente López, de manera inesperada -muy su estilo- decidió descargar una bomba de neutrones sobre las universidades fundamentalmente contra la UNAM, la sospecha llegó a la mente: ¿qué asunto grave nos oculta para distraernos de esta manera?

Ya es su costumbre. Tiene “otros datos” y cuando sabe que algo “está mal, no está funcionando” e irremediablemente busca marcar la agenda para que todos fijemos la atención en el “nuevo tema”.

No se puede entender que, siendo egresado, aunque con etiqueta de fósil, de la UNAM la descalifique, acusándola de haber perdido el sentido social.

Las universidades, en todo el mundo, no son órganos inanimados y menos aún apéndices de los gobiernos. Son espacios plurales en donde la discusión, el debate de teorías, ideologías, ciencia, medicina etcétera, en la que todas las corrientes tienen cabida.

La UNAM se ha distinguido por haber, a lo largo de sus 92 años de autonomía, enseñado a miles, millones de jóvenes a pensar con libertad.

Los ha dejado ser.

Una universidad no puede quedarse anclada en el pasado y dejar pasar las nuevas corrientes, sean ideológicas, económicas, científicas, artísticas etcétera. Si bien el acervo proviene de años, siglos y milenios, siempre hay algo nuevo. Un descubrimiento, un invento, una ocurrencia que se desarrolla.

Todos los cambios que surgen en el mundo en todos los ámbitos, tienen que ser estudiados, analizados, desmenuzados. Habrá quienes rechacen la novedad y quieran quedarse en lo ya conocido. Otros, en cambio, estarán ávidos por encontrar las razones para el nuevo concepto, la novedosa teoría.

Señalar que la UNAM produjo una cauda de neoliberales que saquearon al país, es un despropósito. ¿Cómo insertar a México en la globalidad sin poner en práctica lo que se desarrolla?

Cierto, hay elementos que conllevan a la confrontación de ideas y no para desaparecer lo que se conoce sino para mejorarlo.

Desconocer que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLECAN) hoy renovado bajo las condiciones que cambiaron en 25 años, le permitió a México avanzar, es ignorar la realidad. Si bien resulta veraz que la riqueza no se ha repartido -no solo en México, sino en el mundo entero- conforme la reclaman las sociedades, ello no implica que todo haya fallado.

Hay desarrollo globalizado. Hay mayor empleo. Hay más producción de alimentos. Hay mejor educación. Hay canales de comunicación para frenar conflagraciones mundiales. Hay descubrimientos científicos que salvan millones de vidas -la vacuna anti Covid-19, por ejemplo- y hay libertad para encontrar la tercera vía ideológica.

¿El presidente pretende que solamente se enseñe la filosofía marxista-leninista o que la economía se sostenga con las fórmulas de Neoclásicos,  Keynesianos o Liberalismo?

Ignorar que hasta la Iglesia católica se ha modernizado, bastaría como ejemplo de la necesidad de adaptación a los tiempos en que se vive.

METEORITOS

Además, si existen guerreros que defienden su camiseta estudiantil, son los jóvenes. De la UNAM, como del IPN, el TEC, el ITAM, la UAM, la Ibero, por citar algunas instituciones, han surgido los grandes pensadores mexicanos. Ideólogos, médicos, economistas, contadores, abogados, licenciados en diversas carreras, que han servido al país y, cuando emigran, lo hacen porque, justamente, las oportunidades para aplicar sus conocimientos son rechazados por personajes como el presidente López, en cuya mente no cabe el avance por estar llena del pasado. Los jóvenes tienen visiones distintas. La comunicación global les permite conocer qué pasa en los extremos de la tierra. Saben lo que pasa en India, en Birmania, en Irán. También. Cuando viajan al extranjero no solo dedican su tiempo a conocer antros. Acuden a los museos, recorren las ciudades y pueblos. Se rozan con quienes tienen más experiencia y conocimiento. Abrevan de los otros. *** Enclaustrarse en lo que fue y no funcionó, como es el caso de Andrés Manuel López que pretende entender y discernir todo en base a lo que hicieron Juárez, Madero, Cárdenas y Echeverría equivale a no mirar el mañana, vivir el hoy con la fuerza del pasado.*** Los tiempos obligan a los cambios. Lo que en su momento hizo Juárez probablemente no se podría repetir ahora; llamar al pueblo para que se levante en armas como lo hizo Madero, podría ocurrir si se pretende violentar el espíritu de la Revolución; suponer que el país está listo para la imposición ideológica de Cárdenas, es no conocer la realidad. Y actuar como Echeverría, que enfrentó a los mexicanos -como ocurre hoy-, repartió tierras productivas que se convirtieron en páramos, no es lo ideal.

BRILLA EL SOL

Entender o por lo menos tratar, que el mundo es otro y que los pensamientos libertarios que se estimulan en la UNAM y otras universidades, permiten avanzar frente a lo desconocido, es una obligación que debe cumplir cualquier personaje que llegue a la Presidencia de la República. *** Atacar abiertamente a la UNAM, además, conlleva el riesgo de un brote social que no se detiene excepto de una manera: con represión. *** Y eso, aunque la justicia tardó, se paga como pagó Echeverría. *** En algo tiene razón el presidente López: la historia lo juzgará… ya lo está juzgado en vida, y el veredicto es demoledor.

¿No se ha dado cuenta de ellos?

CHOQUE DEMETEOROS

Mal, muy mal, Claudia Sheinbaum. Dice tener sus opiniones sobre la UNAM. Sin embargo, siempre calló. Habló ahora porque el titiritero movió los hilos. Y no, no es dinero del pueblo el que cubre los costos de la UNAM. Es el de los contribuyentes.

E-mail: jesusmichel11@hotmail.com, Twitter: @misionpolitica, Facebook: Jesus Michel y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por el 760 de Amplitud Modulada

 

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