El Pensamiento Político de Nuestros Héroes

Por Ezequiel Gaytán

Tal vez una de las características de muchos de nuestros héroes es su decidida proclividad por la acción y su capacidad de realizar hazañas dignas de toda admiración. En el caso de los hombres de la Guerra de Independencia tenemos personajes que se convencieron de las ideas de libertad, justicia y patria, pero ellos no se singularizaron por ser conceptuales o haber escrito ensayos acerca de las doctrinas que los impulsaban, tal es el caso de Ignacio Allende, José Mariano Jiménez, Vicente Guerrero o nuestro primer presidente Guadalupe Victoria. De otros sabemos algo más profundo de su pensamiento político como es el caso de Miguel Hidalgo y Servando Teresa de Mier, quienes debido a su inteligencia y conocimientos fueron plumas sensibles y nos heredaron ideas acerca de la causa que los animó a luchar por la Independencia de México.

Otros ilustres mexicanos conceptuales fueron José María Morelos y Andrés Quintana Roo quienes fueron destacados hombres de acción, seres humanos apasionados y prolijos escritores políticos que, cual esponjas, absorbían ideas de su tiempo contemporáneo, las ordenaron, sistematizaron y proyectaron con visión de Estado.

No quiero ser acartonado y no defiendo a muerte mi taxonomía convencional de los tres tipos de héroes de la Independencia que aquí he señalado. Mi intención es explicar que hay muchos tipos de héroes y que a todos los guiaron sus ideales, pero no todos esos personajes admirables fueron conceptuales si por conceptual entiendo la representación de una idea abstracta en un concepto que surge de los conocimientos generales. La conceptualización, por lo tanto, implica el desarrollo, construcción y ordenamiento de ideas que han sido obtenidas a partir de ideas, la experiencia y la comprensión de aquello que nos rodea. Es decir, la conceptualización se apoya en definiciones de abstracciones que se explican mediante ejemplos, categorías, características, paradigmas, experiencias o comprensiones.

Decir que alguien es conceptual quiere decir que es una persona capaz de entender un problema, ordenarlo y plantear una hipótesis sujeta a análisis, síntesis y tesis a fin de dar lugar a la antítesis. Es aceptar que los conceptos son sujetos de crítica y que la única posibilidad que tiene el mundo de las ideas de evolucionar es mediante el pensamiento dialéctico.

El movimiento de Reforma fue mucho más conceptual y los personajes que escribieron acerca de la relevancia del Liberalismo, el imperio del Estado de Derecho, la importancia de la división de poderes y nos explicaron con claridad meridiana el concepto de laicidad.

Hombres idealistas con conceptos claros y sin recurrir a lugares comunes. Sus textos fueron concebidos con inteligencia, sensibilidad política, aseo en la forma y el fondo. Benito Juárez además de ser un hombre de acción fue un gran intelectual y sus escritos son vigentes porque nos hablan de conceptos de justicia, del valor de la honestidad y de la ética del servidor público. Además de él están, entre otros, Guillermo Prieto, Ignacio Ramírez, Manuel Altamirano “El Zarco” y Vicente Riva Palacio, todos ellos sabían acerca de la importancia de ser conceptuales y de dejar plasmadas y argumentadas sus ideas con la intención de enriquecerlas, darle sentido a su lucha y orientación futura a sus ideas. Ninguno de ellos sostenía que la división de la nación debía perpetuarse.

Los revolucionarios fueron, en su mayoría, hombres pragmáticos. Es más, en lo personal “La sucesión Presidencial” de Francisco Madero no la califico de conceptual, sino de ideas vinculantes con la Revolución. Tal vez los ideólogos cercanos a Zapata fueron más claros y conceptuales en la exposición de sus ideas políticas, pero no hay mucho que leer de las obras escritas de Villa, Pablo González, Álvaro Obregón durante el movimiento armado y la mayoría de los coroneles y generales de esa época. Aquí la figura de Venustiano Carranza es fundamental porque además de ser un asiduo lector de la historia si fue un hombre con ideas de Estado y conceptual.

A partir de 1934, con el sexenio de Lázaro Cárdenas, las letras mexicanas han tenido grandes representantes de las ideas políticas. Además de magníficos intelectuales y algunos de ellos han sido servidores públicos, son ideólogos que han enriquecido el pensamiento político mexicano mediante la conceptualización de paradigmas y el quebranto de otros, pues sus ideas críticas siguen vigentes; podemos citar a Daniel Cosío Villegas, Jesús Reyes Heroles, Octavio Paz. Lo importante es que se trata de individuos con los que podemos coincidir o no con su pensamiento político. Pero los caracteriza la nitidez de sus ideas, su argumentación explicativa y que sus ideas han sido sometidas a la luz de la Teoría del Conocimiento. En lo personal aún no he leído textos conceptuales, innovadores y orientadores de la actual gestión de gobierno, de hecho, el pensamiento político de nuestros actuales dirigentes es el mismo desde hace cincuenta años y no han incluido nuevos conceptos, paradigmas y categorías. Espero que pronto caiga una obra completa de ellos en mis manos.

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